El primero de octubre de este año 2023 salió publicado en Acento un escrito donde narré la muerte de una joven de 16 años, de Santiago del grupo Crecer Contentas, que acompaña el Núcleo de Apoyo a la Mujer NAM y la Red comunitaria pro No Violencia hacia las NNA para estimular el liderazgo social, político, el empoderamiento económico de las adolescentes, niñas, jóvenes.

Para superar las uniones y los embarazos de mujeres jóvenes se buscan alternativas diversas en diferentes instituciones, organizaciones, en la República Dominicana.

La jovencita Nashla Pichardo Veras llevaba 3 años en el grupo Crecer. Geania Liriano, líder comunitaria junto a 2 tutoras más, han sido clave en el acompañamiento al grupo Crecer Contentas, del Barrio Buenos Aires, Santiago, RD.

Uno de los disparos de un joven tirando tiros al aire, a eso de la 9 de la noche, en una motocicleta, terminó con su vida cuando una de las balas penetró la vivienda con paredes de madera.

https://acento.com.do/opinion/dos-jovenes-de-la-sociedad-civil-de-santiago-muertos-por-delincuencia-en-4-dias-9251649.html

Igual falleció el joven Oliver Méndez Moya cuando fue víctima de un atraco. Le quitaron la vida, la pasola, prendas, dinero; hecho ocurrido debajo del puente seco de la autopista carretera Santiago Navarrete. Oliver regresaba de una capacitación que realizaba en el INFOTEP. La madre de Oliver, señora Ana Moya preside la Fundación Adultos Mayores Felices (FAMAFE) en Cienfuegos, la cual  opera en el local de la Asociación para el Desarrollo de Cienfuegos, ADECUCI. Los dos atracadores andaban en un motor y se llevaron la pasola, le dispararon y además el joven fallecido tenía golpes contusos en la cabeza.

A raíz de esta narrativa que ha entristecido a parte de la sociedad civil de Santiago, han surgido cuestionantes, análisis, sobre las causas, y planteamientos de alternativas para mayor seguridad en Santiago, y en todo RD.

A continuación, reproduzco acá la comunicación-comentario que hizo el doctor Pedro Mendoza en la publicación de Acento, ante estos hechos, a raíz de mi narración:

COMENTARIO DOCTOR PEDRO MENDOZA

Mildred Mata:

“Con este artículo usted le ha puesto voz a dos desdichados jóvenes que fueron asesinados no solo por los malvados que les dispararon, sino también por la disfuncionalidad del Estado Dominicano, puesta de manifiesto dicha infuncionalidad por medio de su negligencia en la búsqueda permanente de las armas de fuego en manos de bandoleros y de vulgares delincuentes.

El Estado por muchos años ha recurrido para defenderse de su ineficacia en lo relativo al control de las personas que usan armas de fuego, a una especie de 'racionalización' que consiste en declarar a la prensa que "las autoridades están trabajando arduamente en la dirección de reducir a cero las armas ilegales en las calles", como si las víctimas de esas armas todavía vivieran para escuchar esa inaudita "defensa".

Un revolver no sale solo a disparar y a matar ni a atracar; a él lo llevan y lo manipulan para que mate y atraque. Entonces no es al revolver a quien hay que controlar ni perseguir sino al bandido que lo porta y lo manipula para que mate.

He repetido mil veces en decenas de artículos publicados en distintos medios que mientras más revólveres y pistolas haya entre los llamados portadores legales, más revólveres y pistolas habrá circulando entre los portadores ilegales porque en las sociedades occidentales un revólver me da poder sobre los demás y me sirve como instrumento o como un recurso de capital para adquirir dinero, mercancía que me permite lograr una buena comparación social.

De ahí, que jóvenes de las capas sociales pobres no ven los estudios y la universidad como un medio para alcanzar prestancia y respeto social y barrial, sino que ven en la pistola y el revólver el camino alternativo hacia esos logros. Se emborrachan y luego disparan al aire para que todo el barrio sepa que ya es un muchacho "importante", pues tiene su revólver y lo usará cuando él quiera y más cuando quiera conseguir dinero fácil mediante un atraco y matará a quien le haga resistencia a su decisión.

El gobierno piensa que basta con que sus propagandistas digan cada semana que la delincuencia está "bajando" y que por ello los heridos y muertos por vulgares delincuentes pronto quedarán como un recuerdo pesaroso. Parece que el gobierno ignora que a eso que hoy llamamos "normalidad estadística" en la delincuencia social no es el resultado de que la Policía mantenga a raya a los delincuentes, sino del logro de una mayor y mejor estabilidad de largo plazo de la estructura familiar y de un mayor nivel de los estándares de justicia socioeconómica.” (Nota, hice algunas modificaciones de forma para facilitar la lectura, pues el formato de comentario lo hace un poco difícil.)

Puse en negritas, subrayado, y en cursivas, la parte del comentario del doctor Pedro Mendoza que estimo es estructural y que requiere de cambios significativos en las estructuras sociales, económicas, políticas, culturales, en la sociedad dominicana.

Necesitamos de políticas públicas en materia de seguridad ciudadana, cambios en la socialización en las familias, los contenidos de la música; políticas educativas de igualdad para cambiar los contenidos de género adormecidos, que no profundizan para superar el machismo, la desigualdad social hacia las mujeres, la cultura de cosificación sexual y de subordinación de las mujeres; políticas de apoyo a los/las estudiantes  que no van saliendo adelante en las aulas, con apoyos especiales, así como a sus familias, para  que no deserten, y las hembras no se conviertan en madres solteras, víctimas de violencia por dependencia económica y los varones en jóvenes “ni, ni”, que ni estudian ni trabajo.

A trabajar todos/todas políticas de igualdad de género, de igualdad socio-económica y política, por una RD con un desarrollo más democrático, inclusivo, sostenible, con igualdad de género de mujeres y hombres que permita familias amorosas e igualitarias. Y sobre todo que educación adopte las políticas de cambio cultural de igualdad de género y de derechos que la sociedad ha definido en diversas normativas.