Según los resultados de cuatro estudios comparativos realizados por la Organización Mundial de Salud sobre Nutrición, período 2001-2013, estos concluyeron que, “una alimentación sana contribuye a la regeneración de las células Madre del organismo humano” (Informe publicado por la OMS, 2014).
Por su parte, la Sociedad de Neurociencia de Reino Unido refiere que, las células Madre están compuestas por embriones, destacando que el embrión llamado blastocito, tiene alrededor de 150 células Madre. Como tal, el blastocito tiene la capacidad de dividirse en más células Madre o se puede convertir en cualquier otro tipo de células.
De su lado, la Biología sabe que, “la célula es la unidad más pequeña que puede vivir sola, la cual forma parte de todos los organismos vivos y los tejidos”. De su lado, las tres principales células a saber, son: (1) La membrana celular; (2) el núcleo; y, (3) el citoplasma (OMS y Sociedad de Neurociencia de Reino Unido, 2019).
Las células Madre son células adultas idénticas que se encuentran en todo el cuerpo humano y que, tras su desarrollo, se multiplican por división celular. Esta multiplicación celular busca reponer las células muertas y regenerar los tejidos dañados a través de la mitosis (Estudios sobre Biología Nuclear, HARVARD, USA-2018).
Como tal, “la mitosis es un proceso fundamental para la vida, ya que mediante este la célula duplica todo su contenido, incluyendo sus cromosomas y, estos a su vez, se dividen para formar dos cedulas hijas idénticas”. Dada la complejidad del proceso de división de las células, los pasos de la mitosis son controlados cuidadosa y celosamente por varios genes guardianes que la Neurociencia estudia permanentemente (Estudios sobre nutrición y salud de la OMS, 2014-2019).
Por lo que se sabe, “las células Madre se diferencian de las demás células por su capacidad para producir uno o más tipos de tejidos”. Como tales, las células Madre se encuentran en todos los organismos vivos pluricelulares o células troncales. En tal sentido, la alimentación sana favorece la reproducción y/o multiplicación de las células Madre (Sociedad de Nutrición de Inglaterra, 2019).
Además, “una alimentación saludable, realizar ejercicios físico regularmente, dormir entre 7 y 9 horas al día, no tomar alcohol y no usar sustancias prohibidas, contribuye a prevenir la mayoría de las enfermedades conocidas, especialmente, las cardiopatías, los diferentes tipos de cáncer, los problemas gastrointestinales severos, la obesidad, la osteoporosis”, entre otras (Urbina Zavala, nutrióloga de la Facultad de Estudios Superiores-FES, Zaragoza, España, 2018).
Por otro lado, tres estudios sobre nutrición realizados por la OMS-OPS refieren que, “la alimentación en la que haya abundante consumo de productos ricos en Calcio y vitamina D y proteínas, contribuye a contrarrestar la desmineralización y el desgaste natural de los huesos”. No obstante se sabe que, la principal fuente de vitamina D es la luz solar (Estudios realizados por nutricionistas de la OMS en los cinco Continentes, 2002-2019).
Asimismo, los estudios referidos en el párrafo anterior constataron que, el Calcio y la Vitamina D, aparecen en el brócoli, la espinaca, el berro, el higo, el garbanzo, la almendra, el ajonjolí y en los productos lácteos bajos en grasa, así como en los vegetales de hojas verdes, el salmón enlatado y en las sardinas.
Otros estudios realizados por nutricionistas de la OMS-OPS refieren que, la vitamina D favorece que el cuerpo humano absorba el Calcio, lo que contribuye a fortalecer los huesos. En tal sentido, las personas debemos incorporar en nuestras dietas, todas las especies de pescados grasos, especialmente, el atún, las sardinas, las yemas de huevo y la leche fortificada (Informe publicado por la OMS-OPS, Julio 2018).
También se sabe que, “el consumo de alimentos con azúcares añadidos, aporta una gran cantidad de calorías y muy poca cantidad de vitaminas, minerales y nutrientes, lo que afecta la salud física y mental de los seres humanos” (Estudios comparativos con niños, adultos y envejecientes, OMS-OPS, la India, 2004-2014 publicados en el año 2017).
Por su parte, los estudios referidos en el párrafo anterior constataron que, “consumir bebidas alcohólicas, cafeína en exceso y fumar, acelera la pérdida ósea, ya que el alcohol, el tabaco y la cafeína, reducen la capacidad del cuerpo humano para absorber el Calcio” (OMS-OPS, estudios comparativos, período 2004-2014, la India).
Los estudios neuropsicológicos revisados por quien suscribe, previo a estructurar este artículo de opinión refieren que, la salud física y mental, es el capital más valioso que posee una persona, por lo que alimentarnos adecuadamente es una inversión responsable e inteligente por parte los seres humanos.
Como usted ha podido observar en el cuerpo de este artículo, una dieta balanceada, practicar ejercicios físico regularmente, usar suplementos de Calcio y vitamina D, dormir entre 7 y 9 horas al día, no fumar, no ingerir cafeína en exceso, reducir el consumo de alcohol y, evitar consumir sustancias prohibidas y tener una mente positiva, fortalece nuestro sistema inmune y, contribuye a prevenir la mayoría de las enfermedades físicas y mentales.
“Un exterior saludable comienza en tu interior” (Robert Urich)