Se busca, para los fines de lugar, a ese personaje transmutable en millares de cosas, que está en la calle, al doblar de la esquina, en el día y la noche, en plena madrugada, en el aire, en las nubes, en la arena y su playa, en los acantilados, en las olas, en las páginas de cualquier diario, en la luz y en la sombra, en el silencio, en la frustración y en la desesperanza, en toda desilusión electoral, en las voces más altas, en las tertulias del parque, en la espera, alrededor y en medio de nosotros: el Pesimismo. (Quien lo encuentre primero, por favor entrégueselo a las autoridades verdaderamente competentes.)