Como habíamos prometido la semana pasada, en esta entrega conversaremos sobre las etnias de las poblaciones en África Subsahariana, la de los feos. Que, por cierto, muy queridos lectores han puesto su atención en el epíteto, y me ha resultado un tema de interés psicológico, eso de estarse comparando, considerando si yo soy bonito y tú eres feo, yo inteligente y tú bruto. Pero en lo que ustedes revisan lo que dice la psicología acerca de hacerse comparaciones, entremos en materia con la descripción, muy somera, de algunas etnias del África subsahariana.
La primera que habíamos mencionado, la de mayor cantidad de población, con 10 millones de individuos, es la etnia zulú, que habita en Sudáfrica, en la provincia KwaZulu-Natal, así como también en pequeñas poblaciones en los territorios de Mozambique, Zambia y Zimbabue. La población se encuentra dividida en varios clanes, cada uno gobernado por un jefe, y los clanes, a su vez, forman parte del Reino Zulú, bajo la soberanía de un Rey. El Reino Zulú, conocido como Zululandia, era una monarquía en el África Austral extendida en la costa del Océano Indico, llegando a dominar África meridional y lo que hoy es KwaZulu-Natal, hasta la invasión, como debemos suponer, de los colonizadores europeos.
KwaZulu-Natal es una de las nueve provincias que forman la Republica de Sudáfrica, la patria de la etnia zulú, cuya capital es Pietermaritzburg, y la ciudad más poblada es Durbán. KwaZulu significa Tierra de los Zulúes, pero la colonización europea, por la llegada de los portugueses el día de Navidad, nombraron la localidad Natal, y dicho nombre quedó unido a la denominación originaria.
Territorio de KwaZulu-Natal en Sudáfrica.
A pesar de que la historia de las etnias del África subsahariana se encuentra muy entremezclada con la de los europeos a raíz de la colonización, tal vez por la falta de información sobre la larga y compleja historia, queremos hacer hincapié solo en la historia africana, pues ya luego dedicaremos tiempo y espacio a un exhaustivo recuento del proceso e historia de la colonización de África, porque recordemos, de ahí es de dónde venimos, es nuestro origen y procedencia, cuyo descubrimiento es el objetivo principal de estas entregas. Y esto así, porque las poblaciones africanas se remontan, recordemos, a los inicios del surgimiento de los humanos como especie, tanto animal como cultural, así que trataremos de centrarnos en lo africano.
De manera que la población humana de Sudáfrica se remonta a millones de años, donde han sido encontrados algunos de los yacimientos paleoantropológicos más antiguos de la región, que estuvo habitada por grupos de Australophitecus africanus que vivían de la recolección de frutos, raíces, vegetales y moluscos, así como cazando y pescando. También se han encontrado restos del género Homo, como el Homo habilis, Homo ergaster y Homo sapiens. Desde hace 100 mil años se asentaron en el lugar los bosquimanos, y más tarde, los hotentotes actuales. Los bosquimanos, palabra que significa “hombre del bosque” pertenecen a la etnia San y sus antepasados ocupaban la totalidad del extenso territorio del África Austral, siendo luego desplazados, hace 1500 años por los bantúes, hasta que fueron diezmados y sometidos a trabajos forzados por los colonizadores europeos. Los hotentotes, por su parte, llamados a sí mismos Khoi-khoi, que significa, “hombres de los hombres”, son un pequeño grupo nómada de África austral, que se diferencian de los bosquimanos porque estos últimos no tenían animales domésticos que si tenían los primeros. Son dos grupos estrechamente relacionados, y unas de las poblaciones más antiguas del mundo.
Etnia zulú de Sudáfrica.
Otra de las etnias africanas que hemos mencionado es la etnia Sara que se encuentra ubicada en el centro de África, el 30% de su población en Chad, donde es el mayor grupo étnico presente, y el 10% y cuarto grupo mayor en la República Centroafricana. La denominación Sara fue dada por los franceses, o tal vez los árabes, a las poblaciones que agrupan los clanes Gambaye, Mbaye, Goulaye y Madjingate. Estos grupos son de origen nilótico, categoría lingüística que agrupa un conjunto de idiomas, originarios de Sudan, en las riberas del valle del Alto Nilo. Conocidos como descendientes de la legendaria civilización sao, otra curiosidad más para seguir hurgando y conociendo. La población de esta etnia se estableció en la parte fértil del sur de Chad, huyendo durante el siglo XVI, de la poderosa trata de esclavos árabe al sur de Egipto. Y aquí mucha atención, por una muy bien merecida respuesta: las mujeres alargaban artificialmente sus labios colocándose un disco, practica estética, que fue explicada por misioneros, utilizada para afearse ante los tratantes árabes. Así que ahí tiene el querido lector, la explicación a su atenta observación.
Mujer afeando su apariencia.
Niña Sara.
La etnia Mursi son una tribu de alrededor de 9000 habitantes que viven en Debub Omo, principalmente en las estepas de Jinka y las montañas de Omo Park, en Etiopia. Los mursi tienen datos muy interesantes. Sus mujeres sí utilizan platos de arcilla o madera en el labio inferior y las orejas, para embellecer y hacerse más atractivas a los hombres de la tribu. Los hombres adornan su cuerpo con espectaculares dibujos pintados con tiza blanca en todo su cuerpo. Sus actividades económicas de centran en la agricultura y la ganadería bovina, y su forma de gobierno es el Jalaba, consejo de los hombres más longevos que son los que toman las decisiones. Llevan a cabo la tradición ancestral de la Dunga, batalla festiva entre los jóvenes provistos de largas cañas, en la que los guerreros que consiguen la victoria, obtienen el derecho a escoger esposa y el respeto de los contrincantes.
Mujer mursi
Etnia mursi
Como han podido observar por lo descrito, es mucho lo que se puede aprender y descubrir buscando e indagando información sobre temas que no conocemos. No hemos terminado con la descripción de las etnias, y todavía faltas las lenguas, si se dan cuenta, no hice alusión a los términos bantúes y hotentotes que se refieren precisamente a ello, al lenguaje de las etnias africanas. Pero ya lo abordaremos. Porque es curioso que clasifiquemos y adjetivemos algo cuya explicación no conocemos y nunca olvidaré en un texto que leí decía “somos humanos por hacernos la pregunta de por qué”. De manera que cuando veamos algo que no nos resulta familiar, preguntémonos por qué, e indaguemos, para conocer cada vez más, aceptar las diferencias con sus explicaciones, que siempre las hay y así podamos vivir en armonía con ellas, que también tienen su nombre: diversidad cultural y biodiversidad. Así que ya tienen tareas para la próxima entrega.