Si continuamos y seguimos el hilo de lo que hemos estado contando, recordarán que en nuestra entrega XIX, la primera sobre etnias y culturas de África, mencionábamos la etnia Sara, que agrupa a las poblaciones de los clanes Gambaye, Mbaye, Goulaye y Madjingate, grupos de origen nilótico, que se reconocen como descendientes de la “legendaria civilización Sao”. De igual modo sugerí que sería interesante indagar sobre ella. Ya ven que estos clanes son de origen nilótico, categoría lingüística cuyo tema servirá para muchos encuentros, puesto que las lenguas africanas constituyen una de las mayores macrofamilias de lenguas del planeta, que incluyen 1400 lenguas habladas por 400 millones de habitantes en el continente. Es por esto que antes de entrar en las lenguas, veremos lo interesante que hay sobre la civilización Sao.
Al igual que la mayoría de las etnias, culturas y poblaciones africanas, la civilización sao es muy antigua, floreciendo, que no fue que se inició, entre los siglos XI a.C. y el XVI d.C. Fueron poblaciones que vivieron al sur del Lago Chad y alrededor del Rio Chari, en lo que hoy se conoce como Chad, parte de Sudan y Camerún, siendo los primeros pobladores que se conoce haya tenido este último. Según los estudiosos de la historia, las poblaciones tuvieron su origen en el valle del Nilo, a partir de los hallazgos arqueológicos y las tradiciones orales.
En el estudio de la historia de estas poblaciones se han propuesto varias teorías. En la primera de ellas, se les considera descendientes de los hicsos, los cuales eran grupos humanos procedentes de Oriente Próximo, que se hicieron con el control del Bajo Egipto a mediados del siglo XVII a.C. De hecho, la denominación de Hicsos significa “reyes de tierras extranjeras”, que alude a conflictos por territorios entre los griegos, los árabes y los egipcios de esas épocas. https://es.wikipedia.org/wiki/Origen_de_los_hicsos, https://es.wikipedia.org/wiki/Hicsos
De igual forma se explica que los sao pudieron provenir de emigrantes que escapaban de la conquista asiria de finales del siglo VII a.C. Tuvieron grandes invasiones de diferentes grupos, refriegas en la región de Kanem en la que una población sao negra se enfrenta con una clase dominante encabezada por la Dinastía Sefuwa, produciendo el mestizaje entre las poblaciones y la colonización Kanembu en la zona, haciendo retirarse a los sao hacia el interior de la cuenca. A pesar de ello, las ciudades-estado sao alcanzan su máximo esplendor entre los siglos IX y XV d.C. En las crónicas Kanem-Bornu se registran cuatro monarcas sefuwa muertos en combate contra los sao, dos de ellos luchando contra la ciudad sao de Ghaliwa. https://es.wikipedia.org/wiki/Civilizaci%C3%B3n_sao. La presión Kanem aumenta sobre los sao y se expande el nuevo imperio Kanem-Bornu, hasta que en el siglo XIV el rey bornu Idris Aluma destruye en campaña deliberada a los sao, impidiéndoles repoblarse y condenándoles a morir de hambre. Las crónicas bornu de Ibn Furtu recogen estas informaciones, en sus dos libros escritos en árabe, El libro de las guerras de Bornu y El libro de las Guerras de Kanem, donde se introduce por primera vez el termino Sao, aludiendo a los “otros” que no hablaban el idioma Kanuri. Este señor mantuvo fuertes enfrentamientos en el territorio de los sao, debido al interés en establecer tránsito transahariano entre el territorio africano y el Oriente Medio. https://en.wikipedia.org/wiki/Idris_Alooma. De igual forma se hace referencia a la preeminencia religiosa de ciudades sao como Damasak. Las etnias Sara y Kotoko se consideran a sí mismas como descendientes y herederos de las antiguas ciudades sao.
Los Imperios Antiguo, Medio y los hicsos.
A pesar de los estudios realizados, no se cuenta con mucho conocimiento, o con poca exactitud, sobre la cultura y la organización política de los sao. Ellos vivían en asentamientos amurallados, que les confiere el origen de su denominación sao, mediante muros de tapial, tierra arcillosa encofrada en madera, de 3-5 mts de espesor. Al interior de estos muros se agrupaban las cabañas, ubicadas en las cercanías de las fuentes de agua. Se dedicaban a la agricultura y a la pesca, según lo muestran sus esqueletos de alta estatura. Los artefactos utilizados por los sao dan cuenta de que efectivamente su vida corresponde a la utilización desde el milenio III a.C. de metales como el cobre, el bronce y el hierro de la Edad de los Metales. Los restos arqueológicos encontrados incluyen esculturas en bronce y estatuas de figuras humanas y animales en terracota, monedas, urnas funerarias, utensilios domésticos, joyas, cerámica decorada y lanzas. Estos hallazgos arqueológicos estuvieron siempre ubicados al sur del Lago Chad. Igualmente se encuentran en restos arqueológicos, la forma en que enterraban a sus muertos, colocando a la persona en posición fetal dentro de una vasija de barro, y cerrándola con otra vasija encima, o una pequeña vasija ovoide. Estas prácticas se mantuvieron hasta los siglos XII-XII d.C., para ser modificados por entierros simples a partir del siglo XV.
En cuanto a la organización social y familiar, según la tradición oral, se distinguían por la formación de clanes patrilineales que compartían lengua, identidad étnica y religión. La tradición oral los describe igualmente como gigantes guerreros que conquistaban a sus vecinos; de igual forma, practicaban culto a los ancestros y adoraban a los espíritus del agua y a representaciones en forma de tótems. Las mujeres usaban el palpo labial, pero no queda claro, como ya hemos señalado antes, si era una forma de diferenciación sexual, o una táctica para rehuir a los cazadores de esclavos provenientes del norte.
A pesar de ser un grupo étnico tan antiguo, y haber sido víctima de muchas guerras e invasiones por parte de otros tantos grupos étnicos que migraban por aquellos lugares, existen hoy vestigios de la cultura del pueblo sao, como los grupos étnicos de la cuenca del Lago Chad, los buduma, gamergu, kanembu, kotoko, massa y musgum, los cuales afirman ser descendientes de los sao. En símbolos y obras de arte de los guti y tukuri, subgrupos de los logone-birni, ha sido identificada la influencia y la conexión con esta cultura sao. A pesar del tiempo e influencia que han tenido en su historia islámica, los sao han mantenido sus prácticas tradicionales incompatibles con el islam, como el culto al espíritu del agua, a ciertos árboles y a las piedras. Hoy en día son habitantes de Camerún, Nigeria y Chad.
Figura antropomórfica.
A pesar de que la historia del pueblo sao nos pudiera parecer extraña, lejana o no relacionada con nosotros, debemos saber, o tomar en cuenta, lo que siempre he escuchado: “el saber no ocupa espacio en el cerebro”, y me parece que más bien ayuda a ejercitarlo. Esto viene a cuenta de que pudiéramos menospreciar conocer estos datos, conocer sobre la historia tan antigua de los pueblos de África. Ya le decía André Malraux a su presidente, a propósito de la colonización europea: “Señor presidente, los sao son vuestros galos”. Así como pueden ser también, sin que lo sepamos, parte de nosotros. Como los pigmeos parte de nuestros hermanos vecinos, los haitianos. Y es la motivación para ofrecer el conocimiento sobre ellos, porque el saber no pesa. Además, si nosotros podemos saber y conocer de Grecia, de Roma o la Ilustración, ¿por qué no podemos saber y conocer sobre África?
Cabeza sao, siglo IX-XI
Bailarín con máscara.
Fuentes consultadas:
https://mru.ink/es/lost-in-the-mists-of-time-the-ancient-sao-civilization-in-central-africa/
https://es.wikipedia.org/wiki/Civilizaci%C3%B3n_sao
https://es.wikipedia.org/wiki/Origen_de_los_hicsos
https://es.wikipedia.org/wiki/Hicsos
https://es.wikipedia.org/wiki/Tapial
https://en.wikipedia.org/wiki/Idris_Alooma