I. Alta Incidencia del abuso sexual a niñas y adolescentes

Existe una alta incidencia del abuso sexual. “Un 65% de las niñas de RD ha sufrido violencia sexual”, de acuerdo a datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Disponible en: https://elnacional.com.do/unicef-65-ninas-rd-sufrio-violencia-sexual/

II. La ley condena el abuso sexual a menores 

La Ley número 136-03 por la que se dicta el Código para la Protección de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la República Dominicana condena el abuso sexual, la violación sexual desde adultos, sea con el consentimiento o no de las menores.

III. Mayores vulneralizaciones de las niñas y adolescentes y exposición al abuso.

Existen vulneralizaciones de las víctimas por su minoridad de edad:

  • Un cerebro no completamente desarrollado.
  • Limitaciones por limitado desarrollo aún de la personalidad y no haber construido un “yo” fuerte.
  • La pobreza.
  • La baja autoestima.
  • Las pocas alternativas recreativas sociales, deportivas, actividades artísticas.
  • Hay menos discernimiento para valorar si está siendo tratada como un objeto de desahogo sexual del adulto.
  • Hogares con poca afectividad, diálogo, respeto.
  • Inexistente o muy limitada educación sexual en la familia, en el conjunto de la sociedad, en los centros educativos, sistema de salud…
  • Son vulneralizadas las menores también, por las ilusiones propias de las emociones afectivas a flor de piel, la ingenuidad, falsas promesas…
  • Limitaciones en proyectos de vida que trasciendan a la cultura patriarcal de construir menores con pocas perspectivas sociales, políticas, profesionales, sin que puedan impedir dejar a un lado sus sueños casi siempre inexistentes.

IV. Algunos elementos para la prevención del abuso sexual a niñas y adolescentes:

En el Trabajo Social Profesional que realizo, como activista social pro derechos humanos, como feminista, conozco con cierta frecuencia, situaciones lamentables sobre las que quiero ilustrar y ojalá que sirvan para ser difundidas en RD para la prevención del abuso sexual a la minoridad. Trataré de ilustrar con hechos.

  • Las familias no están conscientes que las niñas y los niños, y sobre todo las niñas, no deben dormir en habitaciones solas, no dormir con adultos, menos masculinos, ni con niños y adolescentes varones.

-En el caso del condenado Víctor Alexander Portorreal  Mendoza (Metálico, Chamán, Chacra) que violó y mató a dos niñas de 6 y 9 años, también a la madre. Se cometió el error de que la niña, la madre y Víctor Alexander dormían en una misma cama, y todas, todos, en una misma habitación.

Todos los familiares lamentaron no haber estado alerta de esa situación. Fallas de la falta de educación sexual en República Dominicana. Los centros educativos deben asumir la educación sexual, pues muchas veces, los abusos se cometen en el entorno familiar. Y la falta de alerta sobre los factores de riesgo, campean. Caso disponible en: https://pgr.gob.do/ministerio-publico-logra-envien-a-juicio-de-fondo-a-chaman-chacra-por-el-asesinato-de-su-pareja-y-sus-tres-hijastros/

 

-Otro caso que no llegó al sistema judicial, se trató de don niñas de 13, 14 y un niño de 15, que dormían juntos en la misma habitación. Una de las niñas reveló los abusos después de más de un año y pico de abusos, pidiendo que oraran por ella, con depresión, culpa…etcétera.

 

Muchos padres, madre, duermen con los hijos e hijas. He visto abusos de padres a sus hijos varones menores de 10 años. Y cantidad de familiares que padres, madres, duermen con las y los hijos. No hay idea de que esto vulnerabiliza la construcción de la autonomía, una personalidad independiente fuerte, 6 que hay más la exposición para el enamoramiento, al deseo sexual y el incesto.

V. Reacciones en la sociedad 

  • Las personas que abusan no admiten los hechos.
  • Familiares, y con frecuencia en el entorno comunitario, institucional, de los abusadores atacan las niñas y a las adolescentes, tienden a no creerle y relativizar los hechos argumentando seducción.

VI. Esperanza

Pero quiero dejar en claro que la educación sexual no se puede seguir postergando, y debe ser para las familias, las niñas, niños, adolescentes y para todo el personal de los centros educativos, salud, organizaciones de la sociedad civil, autoridades…

Seguimos con el tema en otras entregas. Es mucho lo que hay que exponer según diferentes aspectos de la problemática. Todo con testimonios.

Espero que haya una luz escondida en algún pequeño espacio dentro de nuestras limitaciones en materia de educación sexual y para frenar los abusos contra niñas, adolescentes.

Apostemos a una República Dominicana que aprenda a respetar los cuerpos de niñas, adolescentes y mujeres, y eduque sobre derechos humanos, dignidad y ética.