Celebro que Luis Abinader le haya conferido la condición de Jefa de Estado a la nueva Gobernadora de Puerto Rico, Jenniffer González, a cuya juramentación asistió formalmente, reiterando los tradicionales lazos de hermandad de ambos pueblos, haciendo valer así el panantillanismo prometedor de sólida hermandad sembrado en las conciencias dominicanas y puertorriqueñas por el gran Eugenio María de Hostos, primer gran prócer del Caribe antillano. Con su tratamiento de líder de Estado, que Luis le confiere a Jenniffer, queda implícita la vigencia del irrenunciable propósito de Pedro Albizu Campos: la independencia de Puerto Rico.