Danilo Medina sabía muy bien lo que hacía cuando escogió a Abel Martínez (por encima del mejor talento de su partido) para que se desempeñara como candidato presidencial, sabedor de que, más que candidato, sería candidote; sabedor de que no tendría capacidad para salir airoso de un debate con un candidato a cualquier alcaldía; sabedor de que él solo tararea los merengues de la vieja Fefa; sabedor de que él cree que el país tiene los kilómetros cuadrados de la ciudad de Santiago, los únicos que conoce; …(En fin, la realidad es que Danilo sabía muy bien que Abel sería el final del PLD como opción de poder).