Mi madre despertó esta mañana

pidiendo ayuda para ir al baño,

a bañarse estando aún en cama.

Estas buenas noticias vienen

de su médico. Su energía

ha vuelto, su enfoque

en lo que quiere hacer

para comenzar el día,

dice. Hoy no he ido

todavía hacia al hospital.

Las últimas semanas

han visto el ritual

de mis visitas al altar

de mi vida, representando

familia y amigos

y oraciones dichas

diarias para ella. “Mamá

hay velas encendidas

en varios hogares de

este mundo.” Ahora

tomo una pausa para

escribir en el diario

de la vigilia, de acompañar

a la enferma, de decirle

que no está sola

en esta etapa

de su viaje al Cielo.