Varias protestas se han producido hoy en el sur de Italia después de que durante el fin de semana llegó a 169.000 familias la notificación de que desde el 1 de enero dejarán de percibir la llamada renta de ciudadanía, una subsidio introducido en 2019 para aquellos que no conseguían encontrar trabajo, tal y como aprobó el gobierno liderado por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni que siempre criticó la iniciativa.

Por ello, en Nápoles (sur), una de las ciudades cuyos habitantes más se benefician de esta renta básica, se han producido protestas ante las oficinas de la Seguridad Social para quejarse por la suspensión de las ayudas.

En Terrasini, en la provincia de Palermo (Sicilia) un desempleado de 60 años, que acababa de recibir la noticia de la suspensión del subsidio, irrumpió en el despacho del alcalde y amenazó con prender fuego a todo.

También muchos alcaldes han pedido explicaciones y ayuda al Gobierno ante las numeras peticiones que las oficinas de la Seguridad Social para que analicen sus casos y entre agosto y septiembre a otras 80.000 nuevas familias se les debería suspender también las ayudas.

De hecho, la ley establece que a quienes se les suspenda la ayuda deberán ser atendidos por los servicios sociales del municipio.

Con las nuevas reglas, la renta básica será sustituida por dos nuevas herramientas: el "subsidio de inclusión", que entrará en vigor a partir de enero para las familias que el Gobierno considera más frágiles: aquellas en las que hay al menos un menor, una persona con discapacidad o un mayor de 60 años.

La segunda herramienta establece que en otras familias, donde al menos figura una persona en condiciones de trabajar y que actualmente están recibiendo mensajes de suspensión, la renta básica se convertirá en un nuevo subsidio denominado "Apoyo para la Capacitación y el Trabajo", mucho menos consistente y con restricciones mucho más estrictas y con la obligación de buscar trabajo durante un periodo.

El sindicato mayoritario CGIL aseguró que "cientos de miles de personas se encontrarán sin apoyo en los próximos días". Según la Seguridad Social italiana, 895.000 familias recibieron la renta básica en junio.

El ex primer ministro italiano e introductor de la iniciativa, Giuseppe Conte, líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), señaló que suspender la renta básica es desencadenar "una guerra ideológica con la piel de los pobres".

Según el ex primer ministro “la suspensión de las ayudas es una venganza contra el M5S" y vaticinó que habrá tensiones durante el otoño.