El secretario general de la ONU, António Guterres, lamentó el plan del Reino Unido para enviar a Ruanda a demandantes de asilo que llegan a su territorio de forma irregular y confió en que ningún otro país siga su ejemplo.
Guterres, a través de su portavoz, respaldó las críticas ya expuestas por el alto comisionado de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur), Filippo Grandi, quien dijo que la deportación de solicitantes de asilo es "un error" que podría sentar "precedentes catastróficos".
"Esperamos que nadie siga este ejemplo", señaló Stéphane Dujarric, el portavoz del secretario general, preguntado durante su conferencia de prensa diaria.
Dujarric recordó que "lamentablemente" el Reino Unido no es el primer país que opta por sacar del país a "hombres, mujeres y niños mientras sus solicitudes de asilo están pendientes" y dijo que la ONU está siguiendo de cerca los casos aún en curso ante la Justicia para tratar de parar este nuevo plan.
Pese a las críticas, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo hoy que su Gobierno no se dejará "intimidar ni avergonzar" y seguirá adelante con el plan, según el cual está previsto que este mismo martes parta el primer vuelo destino a Ruanda.
El lunes, la Corte de Apelaciones del Reino Unido descartó frenar estas deportaciones de forma cautelar antes de que en julio se celebre un juicio completo sobre la legalidad de la medida.
Londres argumenta que el acuerdo con Ruanda es necesario para desincentivar la llegada de personas en pequeñas embarcaciones a través del canal de La Mancha.
Sin embargo, el responsable de refugiados de la ONU ha denunciado que se trata básicamente de "un traspaso de responsabilidades desde un país con estructuras y recursos a otro, Ruanda, que ha sido tradicionalmente hospitalario con los refugiados (…) pero no tiene las estructuras para esta tarea en particular".
"El Reino Unido argumenta que lo hace para librar a mucha gente de peligrosas travesías, pero ¿ésta es la manera correcta de hacerlo, y es ésta su verdadera motivación? No lo creo", opinó este lunes Grandi, señalando que "si realmente quieren que esos viajes peligrosos terminen, hay otras formas de hacerlo".
Grandi subrayó que muchos países de África, América y otras regiones que acogen a grandes poblaciones de refugiados "podrían verse tentados a hacer lo mismo que el Reino Unido", algo que en su opinión "podría hacer muy difícil el trabajo de Acnur".