La Asamblea General de la ONU comenzó este martes a debatir una nueva resolución contra el bloqueo estadounidense a Cuba, vigente desde hace más de seis décadas, en medio del clamor de la comunidad internacional para poner fin a este instrumento "neocolonialista", "injusto e inhumano”.

Como vienen haciendo desde 1992, las autoridades cubanas pidieron a la Asamblea General que aprobara una resolución sobre la "necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba" que ha marcado la vida de los cubanos. en las últimas décadas.

Más del 80% de la población ha vivido bajo las sanciones impuestas en 1962, en plena Guerra Fría, por el presidente John F. Kennedy, para asfixiar al régimen comunista de Fidel Castro.

Pese al mayoritario apoyo de los países miembros, que suele contar con la excepción de Estados Unidos y su aliado Israel, la aprobación de estas resoluciones no ha cambiado nada para el país caribeño.

En la resolución, no vinculante, Cuba reclama "la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales" y el fin de la aplicación de leyes como Helms-Burton que castiga. a personas y empresas que hagan negocios con Cuba.

Desde la tribuna de la ONU, el clamor era unánime a favor del fin del bloqueo.

– "Neocolonialismo" –

Se trata de "un claro ejemplo de neocolonialismo" que "tiene como objetivo intimidar a otros países" dijo el embajador de Rusia ante la ONU, Vasili Nebenzia, mientras su homólogo de México, Héctor Vasconcelos, lo tildó de "injusto e inhumano".

Está previsto que el canciller cubano, Bruno Rodríguez, cierre el miércoles el desfile de más de medio centenar de oradores, entre los que no están Estados Unidos, según la lista ofrecida por la ONU, antes de que se vote la resolución.

Para las autoridades de la isla, el embargo es el principal obstáculo para su desarrollo y causa de la profunda crisis económica que sufre y que se ha convertido en un éxodo de la población y el profundo descontento social.

Hace diez días, la isla sufrió un apagón generalizado de su obsoleto sistema eléctrico debido a la falta de inversión, que las autoridades achacan al embargo.

Las autoridades calculan que el bloqueo le ha costado a Cuba en 62 años de vigencia más de 164.000 millones de dólares en precios actuales. Solo entre marzo de 2003 y febrero de 2024, los daños y perjuicios materiales para el país ascendieron a más de 5.500 millones de dólares.

En 2015, bajo la administración del demócrata Barack Obama, los gobiernos de ambos países comenzaron un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas aunque sin levantar el embargo.

Pero la llegada del republicano Donald Trump en 2017 reforzó su implementación, medidas que en buena parte ha mantenido su sucesor, el demócrata Joe Biden, incluida la de no sacar a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo.

Cuba depende principalmente del petróleo de Venezuela, su principal aliado, al que paga en parte con el envío de médicos, pero que redujo sus entregas de 100.000 barriles diarios en 2016 a un promedio de 56.000 en 2021.

México y Rusia han contribuido a atenuar el severo déficit de la isla.

Según datos de la prensa independiente, en septiembre, Caracas envió a Cuba unos 22.000 barriles de petróleo por día (bpd), una caída considerable frente a los 33.700 bpd de junio e incluso de los 28.000 bpd de abril.

La resolución exige además que el secretario general solicite a los estados miembros y otros organismos un informe sobre su cumplimiento a la luz de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional y lo presente a la Asamblea General. (Ana FERNÁNDEZ)