Miles de empleados del sector público puertorriqueño, encabezados por los maestros y los bomberos, marcharon este miércoles en San Juan con rumbo a La Fortaleza, sede del Ejecutivo, para exigir mejoras salariales y un retiro digno.
La primera marcha, convocada por los principales sindicatos de maestros, comenzó en el parque Luis Muñoz Rivera y se dirigió a La Fortaleza recorriendo las calles del Viejo San Juan, según pudo constatar Efe.
A la sede del Ejecutivo llegaron también los bomberos, que iniciaron su manifestación en el Capitolio (Asamblea Legislativa), en la llamada "Gran Marcha de la Indignación".
La convocatoria inicial fue lanzada por organizaciones magisteriales pero poco a poco se han sumado otros servidores públicos como enfermeros, trabajadores sociales y policías, además de los mencionados bomberos, debido a los bajos salarios y los recortes en las pensiones.
El Negociado de la Policía tiene previsto un cierre parcial en el Puente Dos Hermanos, donde también hay otros trabajadores del sector público manifestándose.
El anuncio del pasado lunes, efectuado por el gobernador Pedro Pierluisi, de un aumento salarial de 1.000 dólares mensuales a partir de julio para los maestros, no ha bastado para calmar los ánimos.
La Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR), que agrupa a una parte de los docentes en la isla, comunicó que no quedaron satisfechos debido a que el aumento es "temporero".
En opinión de Jason Ramos, maestro de educación especial en una escuela en Ponce desde hace 14 años, es necesario "un cambio" y que "las condiciones de trabajo sean las adecuadas" para poder subsistir.
"Hay que protestar para darnos a respetar, se acabó ya el abuso", dijo a Efe durante la manifestación Ramos, quien expresó su disconformidad con la subida salarial anunciada.
La decisión de los bomberos de unirse a la marcha estuvo motivada asimismo por unas desafortunadas palabras de Pierluisi, quien dijo esta semana "nadie está obligado a ser policía ni bombero" y que el que se dedica a esa vocación "tiene que asumir esa responsabilidad".
José Tirado, presidente del Sindicato de Bomberos, dijo en un comunicado que espera que el gobernador los reciba y "escuche de primera mano su reclamo de justicia salarial mínima y un retiro digno para estos servidores públicos de primera línea".
Banderas de Puerto Rico, música local y numerosas pancartas aludiendo a los reclamos de mejoras salariales y de un retiro digno son la tónica durante las marchas.
Los educadores se quejan de la congelación de las pensiones que impone el Plan de Ajuste de Deuda para que la isla salga de la quiebra, que implica recortes del 8 % en el retiro de los maestros jubilados y del 35 % de los activos una vez terminen su vida laboral.