El Reino de Marruecos informó que reforzará su política de retorno voluntario de migrantes a sus países de origen, "en total respeto a sus derechos y dignidad", tras la muerte de 23 migrantes saharianos mientras intentaban cruzar el pase fronterizo entre las ciudades de Nador y Melilla, un territorio que es enclave español.

En el hecho, ocurrido el pasado 24 de junio, también resultaron heridas unos 76 inmigrantes y 140 agentes de las fuerzas marroquíes, según el comunicado.

De acuerdo con el relato del Reino de Marruecos, asaltantes se infiltraron por la frontera con Argelia y atacaron el puesto conocido como Barrio Chino con palos machetes, cuchillos, piedras.

Describen que ese paso se caracteriza por tener cuatro pasillos estrechos y que debido a las características de ese espacio la afluencia masiva de los asaltantes provocó una gran aglomeración al momento del ataque.

Dicen que la forma en la que ocurrieron los hechos “denota una progresión planificada y una estructura jerárquica de líderes aguerridos y entrenados”.

El Reino de Marruecos aseguró que no tolerará que una minoría de migrantes “venga a pervertir la nobleza de la Estrategia Nacional de Inmigración y Asilo”.

Ante estos hechos el Reino de Marruecos llamó a la solidaridad activa entre el norte y el sur a través de soluciones estructurales a favor del desarrollo sostenible de los países de origen y el impulso de una movilidad legal.

Recordó que el país impulsó y acogió muchos foros regionales e internacionales sobre el tema migratorio y señaló que continuará fortaleciendo su dinámica de gobernanza migratoria humanista, inclusiva y solidaria.