Ex altos mandos militares vincularon al expresidente brasileño Jair Bolsonaro con un supuesto plan golpista para mantenerse en el poder tras su derrota electoral en 2022, en declaraciones a la policía hechas públicas este viernes.
Jefe del Ejército Marco Antonio Freire Gomes
En su declaración a la policía, el entonces jefe del Ejército Marco Antonio Freire Gomes admitió haber participado en esa reunión en la residencia presidencial de la Alvorada en Brasilia, en la que "un asesor leyó los 'fundamentos jurídicos'", compilados en una minuta golpista.
Freire dijo además haber participado en otras reuniones en que el ultraderechista "presentó su hipótesis de utilización de instrumentos jurídicos" para refutar el resultado electoral.
El interrogado añadió que siempre dejó claro que "el ejército no participaría en la implementación" de esas medidas con vistas "a revertir el proceso electoral".
Por su parte, el excomandante de la Aeronáutica Carlos Almeida Baptista Júnior aseguró a los investigadores que en uno de los encuentros realizados tras la derrota electoral, Bolsonaro insistió en buscar "mecanismos" para evitar la toma de poder de Lula.
Baptista Júnior aseguró que Freire Gomes dijo a Bolsonaro que "tendría que detenerlo" si intentaba "atentar contra el régimen democrático".
El golpe "posiblemente" se habría consumado de no ser por la negativa de Freire Gomes, dijo Baptista.
De su lado, el presidente del Partido Liberal (PL) de Bolsonaro, Valdemar Costa Neto, dijo a la policía que el líder ultraderechista y legisladores lo "presionaron" para presentar una acción cuestionando el resultado de los comicios ante el Tribunal Superior Electoral.
De los 27 militares y exfuncionarios del gobierno citados a declarar, un total de 14 permanecieron en silencio, incluido el propio exmandatario.
Bolsonaro ha negado cualquier intención golpista y se dice víctima de una persecución "implacable".