La diva italiana Gina Lollobrigida, considerada un icono del cine italiano y una de las actrices más glamurosas de la época dorada de Hollywood, ha decidido volver a probar suerte en la política, como ya hizo en la década de los noventa, y a sus 95 años se presentará como senadora en las listas de un partido de izquierdas.
Descrita por muchos como una leyenda del mundo del celuloide italiano y galardonada con un Globo de Oro en los años sesenta, Lollobrigida acaba de cumplir 95 de años en julio, pero conserva toda su energía y la va a canalizar ahora en un nuevo reto: conseguir que los italianos la voten para ser senadora en la próxima legislatura, tras los comicios generales que se celebrarán en el país el 25 de septiembre.
Se presenta como principal candidata en la circunscripción senatorial uninominal de Latina por el partido Italia Soberana y Popular, una nueva alianza política euroescéptica, que se opone al envío de armas a Ucrania y al "atlantismo belicista" y que está apoyada entre otras fuerzas por el Partido Comunista y por Patria Socialista.
No está loca, reconoce en una entrevista publicada recientemente en el diario "Corriere della Sera", simplemente "harta de escuchar a los políticos hablar sin llegar a soluciones".
"Mientras tenga energía, la utilizaré para cosas importantes, especialmente para mi país", asegura, al tiempo que admite que, si es elegida, luchará "para que el pueblo decida, desde la Sanidad hasta la Justicia".
"Italia tiene problemas, quiero hacer algo bueno y positivo", argumenta.
La protagonista de filmes como "Buona Sera, Mrs. Campbell" y "Mare matto" cuenta que tomó la decisión tras hablar con su abogado, Antonio Ingroia, y movida por su máxima inspiración, Mahatma Gandhi, de quien alaba "su forma de hacer las cosas, la no violencia".
Todavía no sabe si hará campaña electoral, pero reconoce que está dispuesta a hacerlo si es necesario, y también habla de Mario Draghi, quien ha sido primer ministro de Italia con un Gobierno de unidad nacional desde febrero del 2021 y hasta julio de este año, cuando fue empujado a dimitir por el abandono de tres importantes socios de su coalición, el Movimiento 5 Estrellas, la Liga y Forza italia, que no se presentaron en el voto de confianza.
"Draghi me gustaba… respeto su trabajo, pero no lo comparto", señala.
Lollobrigida ya probó suerte en el mundo de la política en los años 90, cuando se presentó al Parlamento Europeo de la mano de los demócratas de Romano Prodi, pero no fue elegida.
Ese intento, sin embargo, no le ha quitado la ilusión, es más, lo recuerda como "una experiencia" y reflexiona que "en la vida se puede perder y se puede ganar".
Los sondeos para las elecciones anticipadas del 25 de septiembre dan como favorita a la coalición conservadora formada por Forza Italia, de Silvio Berlusconi, y los ultraderechistas Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni, y la Liga, de Matteo Salvini.
Berlusconi, que cumple 86 años cuatro días después de estos comicios, dijo recientemente que está pensando en presentarse como senador, cámara de la que fue expulsado en 2013, tras la confirmación definitiva en los tribunales de su condena por fraude.
Este veredicto le impidió ocupar cargos directivos y presentarse a las elecciones durante varios años.