El precio del petróleo de Texas (WTI) abrió este jueves con una bajada del 0,43 %, hasta los 121,58 dólares el barril, después de que ayer cerrara por encima de la barrera psicológica de los 120 dólares y coincidiendo con la imposición de nuevas restricciones en China contra la COVID.
A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en julio perdían 0,53 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
El petróleo de referencia en Estados Unidos amanecía a la baja después de la subida de ayer achacada a la reducción inesperada de los inventarios de gasolina en EE. UU. la semana pasada, según los datos anunciados por la Administración de la Información de la Energía.
Los analistas consideran que el precio del oro negro seguirá subiendo en los próximos meses hasta alcanzar los 140 o incluso 150 dólares el barril.
Analistas de Bank of America son de la opinión de que el barril WTI podría alcanzar los 140 dólares para este verano
En este sentido, el ministro de Energía e Infraestructura de Emiratos Árabe Unidos, Suhail al Mazrouei, vaticinó ayer un mayor aumento del precio del petróleo a medida que China vaya saliendo de su confinamiento contra la COVID-19.
Hoy se ha conocido que los intercambios comerciales de China con el resto del mundo crecieron en mayo un 9,6 % interanual tras haber sufrido un frenazo el pasado abril, cuando avanzaron un 0,1 % al verse afectados por una serie de rebrotes de COVID en el país que condujeron al confinamiento de la ciudad oriental de Shanghái.
Sin embargo, hoy también las autoridades de Shanghai y Pekín han vuelto a imponer nuevas restricciones para evitar la propagación de la COVID, justo cuando se encontraban en proceso de suavizarlas.
Por otra parte, Al Mazrouei reconoció que los países de la OPEP están produciendo menos de 2,6 millones de barriles al día de los que debería.
La semana pasada, la OPEP+ prometió aumentar su producción de julio y agosto de los actuales 432.000 barriles a 648.000, como medida para intentar controlar la subida rampante del precio, para compensar la reducción del bombeo ruso por las sanciones de Occidente en represalia a la invasión de Ucrania.
"Tenemos barriles rusos saliendo del mercado, la OPEP luchando por aumentar la producción, EE. UU. incapaz de aumentar la producción: si el lado de la oferta no puede ayudar a bajar los precios, tenemos que buscar el lado de la demanda", dijo Matt Smith, analista de la firma Kepler, citado por el medio Market Insider.