La mano de obra extranjera juega un papel crítico para la continuidad y eficiencia en el sector agropecuario en República Dominicana, donde se estima que más del 90% de los trabajadores en este sector son de origen extranjero.
Así lo establece un "Estudio descriptivo-exploratorio sobre el mercado laboral en el sector agrícola y su necesidad de mano de obra extranjera" que fue presentado por el Instituto Nacional de Migración (INM RD), que también arroja una especie de dependencia de la mano de obra extranjera.
"Los productores entrevistados en el marco de este estudio calificaron la disponibilidad de mano de obra local como 'inexistente' y el porcentaje aproximado de mano de obra extranjera, en una amplia mayoría de los casos, se calculó por encima del 90 %, lo cual contrasta con datos oficiales (ONE, 2018) que estiman en 27 % el total de trabajadores extranjeros en el sector", describe el estudio.
La investigación realizada por el investigador José Miguel Macías Hernández, del Grupo Minerva, fue diseñada para analizar la demanda de trabajadores extranjeros, fundamentalmente en los cultivos de arroz, plátano y habichuela. Estos tres cultivos, indica el informe, son un claro ejemplo de la estrecha relación que guarda la demanda de mano de obra agrícola con la migración laboral.
Los extranjeros no hacen competencia injusta
La conclusión del informe explica que el trabajo agrícola dejó de ser atractivo para la mayoría de los jóvenes dominicanos que habitan en zonas rurales, convirtiéndose en un ambiente propicio para la migración laboral.
Esto provoca que en la actividad agrícola haya vacantes de empleo que son ocupadas por trabajadores extranjeros. Según la Encuesta Nacional de Inmigrantes (ENI 2017), la población ocupada de inmigrantes haitianos es de 76.8 %, de los cuales el 33.8 % labora en el sector agropecuario.
Esta lectura "invalida uno de los argumentos más comunes en contra de la migración laboral, que es la afectación al mercado de trabajo resultado de una competencia injusta por el empleo entre los trabajadores extranjeros y la comunidad de acogida. Sin embargo, "crea una dependencia no deseable del sector a los flujos migratorios".
El informe indica que la agricultura emplea 8.7 % de la población ocupada nacional, de los cuales el 86.6 % labora de manera informal. A raíz de este dato, se estima que los trabajadores dominicanos optan por empleos urbanos que le garanticen mayor estabilidad y mejores condiciones laborales.
"La mayoría de los trabajadores extranjeros ingresan de manera irregular al país, lo que restringe sus oportunidades laborales a trabajos informales y, en la mayoría de los casos, precarios, como los ofertados por el sector agrícola", agrega.
Puesta en circulación
Este documento, insistió su autor al momento de la puesta en circulación del documento, marca los cimientos para el desarrollo de un proceso de generación de conocimiento en materia migratoria, que deberá ser usado como base para la toma de decisiones y el diseño de políticas públicas en beneficio del desarrollo económico del país, la eficiencia de los agricultores y la calidad de vida de los migrantes.
El estudio forma parte del interés gubernamental de "modular, ordenar y gobernar la migración desde un enfoque integral", explicó Wilfredo Lozano, director ejecutivo del INM RD. Por este interés se decidió trabajar en un Programa de Medición Periódica de la Demanda de Mano de Obra Extranjera, en sectores dinámicos de la economía, como la agropecuaria, construcción, turismo y sector informal.
“Aspiramos que de este programa se deriven informaciones que ayuden al Consejo Nacional de Migración a generar mejores políticas”, dijo Lozano.
Osmar Benítez, presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana, reconoció lo correcto en las cifras que arrojó el estudio y resaltó que en el país existen trabajadores haitianos especializados en determinados procesos.
“Respaldamos y entendemos la necesidad de organizar la casa. Es importante que todo extranjero en el país esté registrado", manifestó. Osmar Benítez, quien también fue ministro de Agricultura, expresó su respaldo a la nueva propuesta del registro biométrico y documental para saber quiénes son y dónde están los extranjeros, "porque es un tema de seguridad nacional".
…Hemos dicho que no necesitamos traer más mano de obra extranjera que la que tenemos en el país, pero esa que tenemos hay que ayudar a regularizarla”, insistió Benítez.
La mesa de honor de este encuentro estuvo integrada por Luis Miguel de Camps García, ministro de Trabajo; Wilfredo Lozano, director ejecutivo del INM RD; Osmar Benítez, presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicana; José Miguel Macías Hernández, autor del estudio; Josué Gastelbondo, jefe de misión de la OIM, y María Rey de Arce, especialista en Agricultura y Desarrollo Rural de la FAO.