El costo de un boleto aéreo que pone una aerolínea depende de la cantidad de kilómetros que transporta a sus pasajeros y su punto de equilibrio entre ingresos que recibe y costos de operación, explica la Junta de Aviación Civil (JAC).
El combustible abarca entre el 22% y 38% de los gastos de una aerolínea y puede representar el primer o segundo gasto más importante, dependiendo el precio del barril del petróleo. Hoy en día representa un 33% según la JAC.
Además del combustible, otros costos operativos de las líneas aéreas son: el seguro de aviones, tripulación técnica, alquileres, entrenamiento de tripulaciones, operaciones de vuelo, mantenimiento, amortización de aviones, amortización de equipos de tierra, ayudas de navegación, derechos de aterrizaje, escalas, derechos de uso y asistencia en tierra, servicios pasajeros, entre otros.
Existen los costos no operativos, que constituyen una parte fundamental para una aerolínea sobre todo por la cantidad de dinero que generan en ingresos luego de considerar sus gastos. Los principales costos no operativos son: intereses, resultados de activos, resultados de filiales, diferencias de cambio, entre otros.
El costo del boleto aéreo puede afectarse también por la oferta y la demanda, así como por el tipo de temporada en la cual se vaya a volar.
También está la rentabilidad. Según la JAC, el negocio de operar una línea aérea es costoso y de baja rentabilidad neta. En el 2019 por cada 100 dólares que se invirtió en la aviación comercial a nivel mundial, los accionistas recibieron 3.10 dólares.