Evaluar el impacto del conflicto ruso-ucraniano sobre la economía dominicana es un ejercicio dinámico, que depende en gran medida de si el evento resulta ser de corta duración y no altera sustancialmente el cuadro geopolítico y económico, o si, por el contrario, se convierte en un “punto de inflexión” en las relaciones entre Occidente y Rusia, luego de la caída del Muro de Berlín.
Así lo consideró la economista Magdalena Lizardo, coordinadora del Observatorio Dominicano de Comercio Internacional del INTEC (ODCI), tras indicar que, desde el estallido del conflicto, los mercados mundiales han sido testigos de fuertes alzas en los precios internacionales de productos básicos y del oro, como resultado de la interrupción del flujo de comercio entre Rusia y Ucrania con el resto del mundo.
La economista comentó que esos dos países son importantes proveedores de energéticos, alimentos y fertilizantes. En menos de tres semanas, los precios del níquel, carbón, petróleo, trigo, maíz y gas natural han aumentado entre un 67 % y un 8.3 %, lo que ha exacerbado las presiones al alza de los precios de los productos básicos que ya se venían sintiendo desde 2021.
“Para República Dominicana, el aumento de los precios del petróleo, gas natural y carbón se traduce en presiones para aumentar los precios internos de los combustibles y la electricidad. En 2021, 31 % de la energía producida en nuestro país provino del uso de carbón, 40.6% de gas natural y 11.6% de fuel oil. Como los derivados de petróleo son insumos clave en todos los procesos productivos, un aumento en sus precios desata aumento de precios en casi todos los bienes y servicios producidos en el país”.
Lizardo dijo que el gobierno dominicano ha optado por no traspasar todos los aumentos en los precios externos a los precios internos que pagan los consumidores y las empresas por los productos básicos de mayor relevancia. Sin embargo, los subsidios se traducen en un mayor gasto público, que muchas veces ha tenido que financiarse con deuda pública.
“En adición al aumento en los precios de los productos básicos, la guerra entre Rusia y Ucrania repercute también en el flujo de turistas y el comercio de bienes entre República Dominicana y esos dos países”, puntualizó, al tiempo de resaltar que el año pasado 269,612 turistas rusos y ucranianos visitaron el país, lo que representó 5.4 % del total de visitantes no residentes en dicho año. En los dos primeros meses de 2022, el porcentaje ascendió a 11.8 %. El cierre de los espacios aéreos y la situación de guerra corta dicho flujo de visitantes.
Además, en 2021 procedieron desde Rusia el 85 % de las importaciones de malta de cebada y otros cereales, 29 % de las importaciones de aluminio en bruto, 18.8% de las importaciones de alambrón de hierro o acero sin alear y 15% de las importaciones de abonos minerales. A la vez, desde Ucrania provino 60.8% de las importaciones de productos intermedios de hierro o acero sin alear y 29.7 % de las de alambrón de hierro o acero sin alear. Esto implica que para la industria metalúrgica que provee insumos a la construcción, así como las industrias de producción de cerveza y de abonos será necesario buscar otras fuentes de abastecimiento en cuanto dure el conflicto.
Sobre los efectos potenciales, la especialista enfatizó que las dificultades económicas generadas por el conflicto armado, tanto en Rusia como en Ucrania, aumentan las probabilidades de cesaciones de pago de las deudas soberana y privada en ambos países.
En consecuencia, el acceso a los mercados internacionales de capitales puede tornarse más caro para los países emergentes, incluyendo a República Dominicana, si los inversionistas deciden refugiarse en mercados con menor riesgo.