Ramón Báez Figueroa , que en 2007 fue sentenciado a diez años de cárcel por la quiebra fraudulenta de Baninter, ahora se destapa con una acusación contra personas y empresas.

El motivo del sometimiento es un supuesto fraude que se habría cometido en la liquidación del Baninter.

Quien se envalentona y contraataca es el mismo que, después de haber admitido sus delitos, y ser puesto en libertad antes de cumplirse la condena completa, lloró y se mostró supuestamente arrepentido.

Ahora saca el pecho deposita una solicitud de investigación contra 19 las personas y empresas.

Consideramos que esta demanda carece de justificación y no pasará del simple ruido. En gran medida es una reiteración de la demanda que Baéz Figueroa hizo en el año 2007 contra cinco de las personas que hoy acusa de supuestas irregularidades en el proceso de liquidación de Baninter.

Cabe preguntarse si hay otras motivaciones, más allá de lo estrictamente judicial,  en este sometimiento.

No hay que olvidar que en sus momentos de gloria Báez Figueroa fue amigo de presidentes y líderes políticos, a los cuales premiaba con favores caros y dinero para campañas electorales.

¿A quién quiere favorecer Báez Figueroa al intentar de nuevo que quienes asumieron la responsabilidad de enfrentar los fraudes bancarios sean juzgados y condenados?