El Congreso de la República tiene la responsabilidad de escoger nuevos miembros titulares de la Junta Central Electoral. Según la Constitución, la elección de estos es una potestad exclusiva del Senado.
De acuerdo con el artículo 212, párrafo I, de la Constitución, “La Junta Central Electoral estará integrada por un presidente y cuatro miembros y sus suplentes, elegidos por un período de cuatro años por el Senado de la República, con el voto de las dos terceras partes de los senadores presentes”.
Recordemos que en el 2020, cuando se hizo el llamado para escoger a los nuevos miembros de la JCE, el Senado tuvo que evaluar a un total de 336 aspirantes, entre los que se encontraban los actuales miembros titulares de ese organismo independiente.
Román Jáquez Liranzo, como presidente de la JCE, y los cuatro miembros titulares realizaron un trabajo encomiable, técnicamente incuestionable y políticamente independiente. Además, fueron inteligentes, flexibles y condujeron el proceso electoral municipal, primero, y legislativo y presidencial posteriormente, hasta llevarlo a feliz término, sin que existieran cuestionamientos fundamentales a su trabajo.
Francisco Alvarez Valdez, directivo de Participación Ciudadana, ha dicho con claridad que lo correspondiente en la actualidad es ratificar a los miembros titulares, por la idoneidad de su trabajo, por su independencia, y por la gran experiencia adquirida, especialmente ahora que hay en marcha un proceso de modificación constitucional que incluye el tema electoral.
“Esta JCE, como órgano colegiado, como equipo, se ha ganado la confianza de la ciudadanía y merece que el Senado le dé un voto de confianza y la confirme. Sobre todo si la reforma pasa y hay cambios en las elecciones, pues se requerirá de experiencia. No inventemos”, es lo que ha publicado el reconocido abogado.
Varios miembros de la Comisión Bicameral que estudia las reformas de la Constitución de la República, y las propuestas del presidente Luis Abinader, simpatizan con esta idea, pero se cuestionan sobre los aspectos jurídicos de una ratificación, de si estarían o no violando el derecho de los aspirantes a presentarse para ser considerados para la posición de miembro titular.
Otros dicen que los actuales miembros titulares de la JCE tienen la posibilidad de presentarse como aspirantes a ser nombrados en las mismas posiciones, junto con el conjunto de otros aspirantes que se inscriban. Y así se cumple con la norma de escoger cada cuatro años a los titulares del organismo.
No hay ninguna prohibición a la ratificación de los miembros titulares, y los senadores bien pudieran simplificar la cuestión y, mediante una resolución, evitar el proceso burocrático y aprobar sin mayores complicaciones ni burocracia que sigan los actuales miembros, tomando en cuenta la confianza que han generado en los actores sociales y políticos, y la credibilidad que se han ganado en la ciudadanía.
Es solo una posibilidad. Ojalá que sea contemplada. Pocas veces una JCE había alcanzado tanta precisión y calidad en su trabajo, salvo la confianza que generó la JCE dirigida por el doctor César Estrella Sadhalá en 1996, y que le ahorró al país un serio conflicto político e institucional, precisamente por su credibilidad y reconocida solvencia de honestidad, aparte del trabajo técnico realizado por el equipo que le acompañaba.
Esperamos que sea posible esa ratificación en esta ocasión. Se trata de profesionales jóvenes, gente bien formada, y con mucho aval sobre su calidad y solvencia.