El presidente de la República ha decidido poner fin a las restricciones que se iniciaron el 19 de marzo del 2020, cuando se dispuso el Estado de Emergencia en todo el territorio nacional, por la expansión de la pandemia de Covid-19. Esto representa un punto y aparte en la crisis pandémica y una disposición del presidente de que ya estamos en condiciones de retornar por completo a la "normalidad".
El presidente hizo el anuncio la noche de este miércoles, en un muy breve discurso a la nación, precisamente a unas horas del día en que se cumplen 18 meses de que se iniciara la administración del Partido Revolucionario Moderno, con Luis Abinader como presidente de la República. La fecha también fue conmemorativa porque fue en el 49 aniversario del asesinato del ex presidente de la República Francisco Alberto Caamaño. Por pura coincidencia ayer fue también la fecha del 11 aniversario del diario Acento, y agradecemos los mensajes que hemos recibido de congratulaciones y buenos deseos.
Las palabras del presidente fueron claras y convincentes. Los datos estadísticos disponibles evidencian una baja sustancial de los casos de Covid-19, y una de las más bajas tasas de letalidad en todo el mundo, por lo que ya corresponde que cada quien adopte las medidas particulares de protección sin necesidad de que sea el Estado que disponga de medidas restrictivas especiales. Una gripe, una infección y cualquier virus contagioso que afecte a la salud del ciudadano es responsabilidad directa del afectado. El Estado, mientras tanto, mantiene la gratuidad de las vacunas y los servicios hospitalarios y atención en salud para quienes se enfermen.
Lo que dijo el presidente quedó claro: “Medidas como el uso de la mascarilla, la necesidad de presentar la tarjeta de vacunación para acceder a todos los lugares, o las restricciones en espacios públicos, hoy, son responsabilidad individual de todos y cada uno de nosotros. Después de esta larga batalla, comenzamos a recuperar la libertad”.
Lo que ha anunciado el presidente Abinader es parecido a lo que ya han adoptado una buena parte de los países europeos y de países de norte y sudamérica, con el reconocimiento de que una gran parte de los países africanos y países pobres no han tenido acceso suficiente a las vacunas. Otros temas nos esperan y requieren de una concentración del gobierno y la sociedad, mientras terminamos de salir del Covid-19. El gobierno no se desentiende del seguimiento, de los estudios y las medidas preventivas por vía del Ministerio y el Gabinete de Salud.
Precisamente esta semana se inició la vacunación de los niños a partir de los 5 años. El Estado tendrá que seguir adquiriendo vacunas y disponiendo de la red nacional de vacunación. Es muy probable que se necesite aprobación del Congreso Nacional de recursos que sean útiles para la adquisición de elementos para la protección de las personas que no han concluido la vacunación. De ser así, aunque se han eliminado las restricciones, los congresistas deberán atender a las solicitudes y propuestas de las autoridades del gobierno.
El más grave problema al que se enfrenta la sociedad dominicana en este momento es la inflación. El año 2021 la inflación fue del 8%. Para el 2022 se provee un crecimiento de estos indicadores inflacionarios, porque las razones de la inflación son externas y siguen teniendo presencia en el mercado internacional. Como ocurre con los precios del petróleo, que ayer volvieron a subir. Como ocurre con las materias primas y como ocurre con los costos de transporte de los productos que demanda la economía dominicana y que se encuentran en competencia en el mercado internacional.
El gobierno conoce lo que está pasando con los precios de los artículos de primera necesidad y de uso cotidiano. Los precios de los comestibles. Los precios de los detergentes. Los precios de los embutidos, Los precios de los huevos, los precios de la carne. Los precios del pan, de los espaguetis, las habichuelas, las legumbres. Han subido y representan un elemento riesgoso para una economía que ha mantenido estabilidad y que ha mantenido control interno sobre los factores locales de inflación.
Es el momento de retornar a la normalidad y de recuperar, tanto como sea posible, la economía popular y la economía empresarial, porque fueron muchos los problemas que tuvimos por las restricciones que se impusieron por la llegada y la amenaza del Covid-19. A nuestro propio riesgo, volvamos a la “normalidad” que habíamos perdido en marzo del 2020.