El país acaba de salir exitosamente de un proceso electoral. Sin crisis ni impugnaciones, con un organismo electoral que ha jugado su rol de árbitro y organizador de las elecciones impecablemente. El gobierno recién electo se prepara organizando la agenda de los grandes temas presentes en la sociedad: La reforma fiscal, lucha contra la pobreza, reducción de la desigualdad, atención a los asuntos sociales de salud, educación, seguridad social, a los temas pendientes sobre energía y transparencia, aparte de otros asuntos ya dado a conocer por el presidente Luis Abinader.
Se recuerda que en las encuestas de opinión sobre los reclamos más urgentes de la sociedad se señalaban con marcada insistencia tres: Seguridad ciudadana, carestía de la vida y generación de empleos.
El presidente Luis Abinader acaba de retornar de un viaje a Europa, y de inmediato se incorporó a los asuntos relacionados con la seguridad ciudadana y la reforma de la Policía Nacional, que él mismo encabeza, con los ministros de la presidencia, de Interior y Policía, la dirección de la Policía Nacional, ministerio de Defensa, y participación del Ministerio Público y otros órganos estatales comprometidos con ese proceso.
Es un tema que no se resuelve de la noche a la mañana. La seguridad pública sigue siendo crucial para los ciudadanos dominicanos, víctimas de asaltos, robos, cartereos, secuestros, estafas y también acosados por el terror que representan los potenciales criminales que buscan aprovechar la ausencia de agentes policiales y debilidades en la seguridad pública.
El tema no es exclusivo de la República Dominicana. En México hubo este domingo elecciones presidenciales y de varios estados, y la elección recayó en la candidata del oficialista MORENA, señora Claudia Sheinbaum, quien de acuerdo con la agencia calificadora de valores Moody’s, tiene un gran desafío para dar continuidad al gobierno de Andrés Manuel López Obrador: “el crimen organizado representa un desafío importante para el funcionamiento de las instituciones y la actividad económica, con posibles implicaciones para las perspectivas de crecimiento económico”.
En El Salvador se instaló un nuevo mandato del señor Nayib Bukele, quien utilizó el tema de la seguridad ciudadana y el supuesto control de las bandas criminales para establecer un régimen dictatorial y colocarse por encima de la constitución de su país, controlando ahora el poder ejecutivo, el poder judicial y el poder legislativo.
Controlar la delincuencia, con métodos legales y legítimos es un serio desafío. El presidente Luis Abinader está empeñado en que se haga una reforma de la Policía, y en que se mejoren más las condiciones de los agentes policiales y de seguridad, además de que sea aumentado el número de estos elementos en todo el territorio nacional.
En menos de dos semanas el país ha sido testigo de dos asaltos a instituciones bancarias de gran prestigio y reconocimiento, que por demás, son propietarios de electos tecnológicos de seguridad, personal entrenado, y de sistemas de vigilancia eficientes.
El primer asalto se produjo hace 10 días, en la sucursal del Banreservas que opera en las instalaciones del supermercado La Fuente Fun en el sector La Barranquita, al suroeste de Santiago. Tres personas resultaron heridas, y la Policía Nacional identificó a los asaltantes y apresó a una parte de ellos. Se sigue un proceso judicial encabezado por el Ministerio Público.
Este lunes, en horas de la tarde, una sucursal del Banco Popular Dominicano, ubicado en la calle Olof Palme esquina avenida Luperón, fue asaltada por un grupo armado, con disfraces y con indumentaria para ocultar huellas y rostros de los pillos. Las imágenes que se tienen y se han divulgado son elocuentes y evidencian elementos con aparente experiencia en actividades violentas y uso de armas de fuego.
En ambos casos se trata de desafíos a la autoridad de la Policía Nacional y de la propia seguridad privada al servicio de ambos bancos. O se quiere aprovechar un potencial descuido en la seguridad o desde ya se quiere tambalear la autoridad del gobierno.
Corresponde que en ambos delitos sean sometidos al estudio y análisis minucioso de las autoridades, y determinar si hay conexiones entre ambas acciones delincuenciales. Igual, determinar el historial de los asaltantes, que podría ser un elemento a tomar en cuenta cuando se adopte una decisión de condena, si los responsables del asalto de este lunes son apresados.
También sería útil conocer la procedencia de estas personas. Si son ciudadanos dominicanos que han vivido en otras naciones, si son extranjeros, de cualquier nacionalidad, que han venido al país a implantar actividades poco frecuentes en nuestra sociedad.
La Policía Nacional está desafiada, pero ya determinó la responsabilidad en el caso del asalto a la sucursal del Banreservas en Santiago, y deberá hacerlo, tan pronto como sea posible, con los asaltantes de la sucursal del Banco Popular en la frontera del sector San Gerónimo.
Se trata de un flanco de la seguridad pública en la que el gobierno no puede decir ni dar demostraciones de displicencia o falta de criterio. Corresponde actuar con diligencia y con apego a los procedimientos legales, que están contemplados en la ley, y a estos delincuentes corresponden las más drásticas de las penas que contiene el Código Penal Dominicano.