La visita del secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, a Haití y la República Dominicana tiene un peso específico, en especial en el interés de mejorar las condiciones de inseguridad e inestabilidad del vecino país.
Para la República Dominicana es otra la historia, y tiene relación parcial con la cuestión haitiana, pero al mismo tiempo incluye otros aspectos, vinculados a Centroamérica, el Caribe y América Latina, por el peso específico que ha cobrado la República Dominicana, y en particular el liderazgo del presidente Luis Abinader en la región.
En Haití hay muchos problemas. En Venezuela en otros tantos, pero los hay en El Salvador, Nicaragua, Honduras, y en muchos otros países con los que República Dominicana ha establecido vínculos particulares y sólidos, como Panamá, Costa Rica y Ecuador.
Perú ha pasado a ser un país inestable, lo mismo que Bolivia y Ecuador. República Dominicana ha crecido y representa un dechado de estabilidad, crecimiento y consolidación democrática, frente a un escenario internacional complejo, en el que Estados Unidos pierde vigencia, poder de influencia, pese a que estas naciones forman parte de su área de mayor influencia geográfica.
Para el señor Blinken aunque hay progresos en la transición haitiana, todavía sigue siendo "un reto y es muy complicado”, que afecta las relaciones con Estados Unidos y en particular con la República Dominicana.
Estados Unidos tiene propósitos claros en la región. La visita de Blinken debía ayudarnos a definir una política más conveniente para nosotros, no sólo respecto de los temas que ha planteado el secretario de Estado de Estados Unidos, sino respecto de los particulares intereses comerciales, políticos y regionales de nuestro país, en lo atinente a sus relaciones con Estados Unidos, Haití, los países de Centroamérica y el Caribe, y los de América Latina.
¿Tenemos claro cuáles son los temas que nos convienen y los que debemos empujar en esas relaciones? ¿Si hemos apoyado la democracia en Venezuela, sabemos los beneficios que obtenemos de ese ese apoyo a la oposición? Sí, sabemos que la democracia es un valor que hay que defender, pero los países diplomáticamente actúan en función de lo que conviene y lo que no.
Así actúa Estados Unidos, Rusia, China, los países de Unión Europea y las naciones organizadas de todo el mundo. Nosotros debemos tener objetivos diplomáticos sobre los asuntos migratorios, comerciales, geopolíticos, y debemos exponerlos en los foros multilaterales y en las conversaciones bilaterales, como las que se han producido con el señor Blinken.
República Dominicana tiene intereses muy específico en los Estados Unidos, que pocas veces ha enfatizado y reclamado en sus diálogos con funcionarios y mandatarios de los Estados Unidos. Por ejemplo , los asuntos migratorios de los dominicanos en Estados Unidos.
El país debe reclamar políticas favorables a esa población dominicana de varias generaciones en los Estados Unidos. Centroamérica ha tenido éxitos en su relación con Estados Unidos en asuntos migratorios. República Dominicana no.
El país es muy obsequioso con Estados Unidos, en sus políticas favorables a las posturas del imperio. Pero Estados Unidos es muy duro contra el país en sus reclamos de salubridad, migración, derechos humanos, racismo, trabajo infantil, narcotráfico y un etcétera muy largo.
Ojalá que el presidente Luis Abinader tenga la oportunidad de definir una política más firme respecto de nuestros intereses ante los Estados Unidos, y que los funcionarios del imperio hagan caso, pongan atención, a los reclamos y los asuntos que son del interés dominicano. Eso sería un gran logro.