El presidente Luis Abinader y su gobierno tienen serios desafíos económicos y políticos con miras al 2024.
El presidente y su equipo debieron desistir de un proyecto de reforma fiscal que pudo representar un aumento de los ingresos fiscales con miras a los desafíos de la post pandemia. Se desistió de aquella propuesta y el presidente solamente dijo que no habría reforma y no puso fecha para una potencial situación de crisis, como la que ha llegado con la invasión de Ucrania y el recrudecimiento de los costos de transporte internacional y potencial escasez de alimentos.
Los opositores hablan de inflación, critican al gobierno por gobernar para los ricos, dicen y repiten que esto no lo aguanta nadie, y que el PRM tiene un proyecto de poder y no de gobierno para el pueblo.
En el 2021 el gobierno decidió con tiempo y prudencia un sacrificio fiscal superior a los 15 mil millones de pesos para sostener estables los precios de los combustibles, que se elevaron sobre los 125 dólares el barril de petróleo. La inflación, de todos modos, ha tenido impacto, y sobre lo mínimo que nos ha tocado, se preparan discursos y proyectos presidenciales con la intención de derrotar al PRM y a Luis Abinader en las elecciones del 2024.
Se prevé para este año un aumento de los gastos sociales, porque el gobierno no puede dejar desamparados a los más desfavorecidos. Eso plantea la posibilidad de un aumento del presupuesto del año. Y habría debate y negativa de la oposición.
La DGII puso en marcha el año pasado un amnistía por la transparencia y revalorización del patrimonio, que permitió recaudar casi 30 mil millones de pesos. Una opción es que el gobierno decida relanzar por seis meses o un año más esa propuesta, porque fueron pocos los que se acogieron a la misma.
El gobierno lanzó la propuesta, ya convertida en ley, de tasa cero para determinados productos de importación, durante un período de seis meses. La FAO y otros organismos internacionales preven una crisis alimentaria, y es correcto que los dominicanos nos preparemos ante esa eventualidad. Hay quienes hablan de un daño a la industria agropecuaria local, pero no ven que las autoridades están en la obligación de facilitar la compra de productos refrigerados como carne, leche en polvo, mantequilla, frijoles, maíz, aceites comestibles, entre otros.
El impacto fiscal es mínimo, porque esos bienes están bajo acuerdos comerciales con muy bajos aranceles.
La inflación seguirá teniendo un efecto importante sobre la economía global y sobre la nuestra, por supuesto. En los primeros tres meses del año la inflación es de alrededor de un 8.5%, y podría mantenerse alrededor del 9% en caso de que el petróleo no suba por encima de los 120 dólares el barril.
Las remeses, el turismo y las zonas francas presentan los mejores indicadores para el 2022. Las reservas internacionales del Banco Central se mantienen sobre los 14 mil millones de dólares, y eso es una gran ayuda para la estabilidad de la tasa de cambio.
El Banco Central y los organismos financieros internacionales han previsto un crecimiento del PIB en 2022 del 5% o el 5.5%. En caso de que el gobierno to9me medidas en correspondencia con el enfriamiento de la economía, suba la tasa de política monetaria, encarezca el crédito y los ingresos fiscales sean empujados con políticas administrativas que induzcan al aumento de los ingresos, el país podría sortear la marea difícil que se siente ya en todo el mundo.
Un problema político afecta al gobierno, y en entendible que así sea: Debe recomponer y relanzar al partido de gobierno, con un liderazgo que tenga tiempo y calidad para servir de brazo político efectivo, frente a la oposición y todas las reivindicaciones que se planteen desde los grupos organizados.
Este lunes hay una huelga planteada en el Cibao. Los maestros tienen demandas y paralizan la educación pública. La reforma constitucional del gobierno ha sido boicoteada por la oposición. A los proyectos de organizar el transporte público con corredores le han respondido agresivamente desde la oposición y sindicatos adversarios. Leyes importantes, como la extinción de dominio, se mantiene paralizada. El Ministerio Público realiza su trabajo, pero la labor de desmoralizarlo no se detiene. Los congresistas opositores aprovechan cualquier oportunidad para tratar de impugnar labores del gobierno. Por ejemplo, la denuncia de que se han creado bots para aumentar el número de seguidores de la presidencia en las redes sociales, o el intento de colocar el fraude con las tarjetas del programa Supérate como un hecho de corrupción de este gobierno.
El presidente Luis Abinader y su equipo de gobierno deben analizar todos estos elementos y asumir posiciones que se correspondan con las expectativas que tienen para conducir el país por buen camino, en medio de una crisis global de grandes dimensiones. Todo es posible internamente, pero este año será un tiempo que probará la efectividad de las políticas públicas anti inflacionarias, y la protección de la economía popular y defensa de los más necesitados.