Todo el país llora, con razón, la partida de un hombre bueno, de gran corazón, con dedicación y recursos para las grandes causas de República Dominicana.
Don José León Asensio solo tenía sonrisa, buenas decisiones para las actividades nobles que consideraba adecuadas, y grandes deseos de prosperidad, paz, cultivo de la razón y de la fe, y dedicación para sí para todos los que quisieran acompañarle a él y a su familia en la tranquilidad que inspiraba su casa en Polo, Barahona, localizada en una montaña con vista al valle que da a la Laguna de Cabral.
Será mucho lo que se dirá en estos días sobre la obra de José León Asensio y su familia. Sobre sus negocios, y los aportes de su familia a la sociedad y la cultura dominicana, especialmente a su ciudad Santiago. Se hablará de Raíces, la emisora del Centro León, que él mismo fundó y le dio el perfil que tiene y ha conservado. La Aurora, como empresa matriz de una familia numerosa y dedicada a la consolidación de la dominicanidad, de la cultura en general, y de la plástica y la música en particular.
José León Asensio fue un hombre inspirador, además de un filántropo, un creador de valor para la sociedad dominicana, y de manera muy particular, fue un empresario humilde, con los brazos y el corazón abierto para las grandes causas de la sociedad dominicana.
No tuvo pretensiones políticas, no hizo patrañas, ni se agenció favores. Pagó siempre los impuestos que le obligaban las leyes y creó empresas de responsabilidad social y fundaciones como el Centro León, que es y seguirá siendo la mayor sociedad de trabajo por la cultura dominicana, que opera desde Santiago pero que expande su influencia por todo el territorio nacional y por Estados Unidos y Europa, donde quiera que hay dominicanos.
Su esposa Petrica Cabral, sus hijas María Amalia y Lidia, todos sus nietos y demás descendientes, cargan con un gran dolor por la pérdida de don José, pero deben sentirse acompañados por un pueblo que reconoce, en todas las vertientes, los aportes de este extraordinario ser humano, que además de empresario, fue un dominicano de pura cepa.
Nuestras condolencias a la familia León Asensio y a todos sus directamente relacionados, y nuestra fe de que un hombre como José León Asensio permanecerá en la conciencia pública por su gran aporte y por su carácter humano y sensible a todas las injusticias y maldades de las que fue testigo.