Acento está de cumpleaños este fin de semana, al alcanzar los 14 años de actividad informativa, como medio nativo digital, apegado a unos valores democráticos y a una ética de la información y la comunicación en la que tienen cabida todas las versiones del pensamiento y las posiciones ideológicas, dentro de las normas que marcan el cumplimiento de la ley, la ética y el respeto a la dignidad de toda persona.
Acento dio a luz un canal de televisión, que denominamos AcentoTV, que ha sido una ventana abierta al debate, a la información, a la cultura y al análisis de temas históricos, que ha ganado mucho espacio entre los que entienden que, con la modernidad, se ha degradado el contenido periodístico y cultural con respeto y profundidad, dando paso al sensacionalismo, a la mentira y a todo lo procaz.
Acento es un medio que ha mantenido una línea de trabajo por la diversidad, la transparencia, el respeto a los derechos humanos, el combate a toda expresión de corrupción. Este medio tiene como bandera el respeto y la protección del derecho de los ciudadanos a expresarse libremente, sin coacción, en un diálogo que enriquezca el debate, que muestre las diferencias y que prescinda del denuesto, de la sinrazón, de la descalificación y de la desconsideración por razones políticas, ideológicas, étnicas, de religión o de cualquier otra índole.
Acento sigue fiel en su postura de que los migrantes, de donde quiera que sean, tienen que ser respetados en su dignidad, tienen que ser considerados seres humanos, no basura ni criminales ni delincuentes, como algunos políticos locales y extranjeros, y también países, ahora gustan calificarlos. El migrante busca mejores condiciones de vida, aporta en creación de riqueza, en impuestos, aporta inteligencia, fuerzas de trabajo, traslada a su familia, educa a sus hijos, y se adapta a la realidad cultural y social donde llega.
Para Acento la carencia de un documento de identidad no descalifica a un ser humano, ni le roba su condición de ser humano, de ser social, cultural y económico. Es posible que un migrante entre en conflicto con la ley, pero resultan escasos los casos de migrantes que se dedican a cometer actos ilícitos graves.
El odio al migrante degrada al que odia y no al descalificado y esforzado ser humano que ha decidido trasladarse de un país a otro. El migrante busca la paz, la prosperidad, la mejoría de sus condiciones, y si encontrara puertas abiertas para regularizar su estatus, lo haría con total complacencia.
El migrante envía remesas a los suyos en el país de origen, porque se empeña como ser familiar y social en el sostenimiento de los suyos, o porque tiene planes de retorno, e invierte en su país de origen. El migrante enriquece a su país de origen. Y República Dominicana es un país de migrantes, especialmente hacia Estados Unidos, que es un gran país, un país desarrollado, en donde los migrantes han sido un motor de crecimiento, de enriquecimiento y una bujía de inspiración para la modernidad.
Prácticamente todos los líderes de las empresas tecnológicas norteamericanas son descendientes de migrantes, están casados con hijos de migrantes o tienen raíces en poderosas migraciones del pasado reciente. El presidente de Estados Unidos desciende de una familia de migrantes alemanes, sus esposas han sido migrantes, el vicepresidente de Estados Unidos está casado con una hija de migrantes, el propietario de Meta está casado con una hija de migrantes chinos, el hombre más rico de la tierra, Elon Musk, es migrante de Sudáfrica, y está dando órdenes en el gobierno de Donald Trump, y se mete en los asuntos políticos de los países europeos, y de Alemania, que está en un proceso electoral.
La campaña de presentar la migración con un problema que atenta contra los países es toda una farsa para utilizar a los migrantes como chivos expiatorios.
Acento tiene acuerdos de intercambio de información con agencias de información de Estados Unidos, de Reino Unido, de Francia, de España y de Haití. Y ha tenido personal y periodistas colombianos, venezolanos, chilenos, y eso nos ha enriquecido como medio, y no nos ha degradado, como ha pretendido argumentar gente que divulga odio.
En este 14 aniversario de Acento nos reafirmamos con un medio con la misma vocación con que iniciamos nuestro trabajo hace 14 años: Defendemos la diversidad, promovemos el diálogo, nos inclinamos por la promoción de la educación, por la lucha contra la corrupción y la impunidad, defendemos los procesos democráticos, y nos adherimos a una ética informativa y editorial sin agresiones, sin odio, sin diatribas alarmistas y sensacionalista. Somos seguidores y promotores de la responsabilidad y la verdad. Están invitados a nuestra celebración: Salud.