Este martes 9 los diputados incurrieron en la misma práctica de los senadores respecto al proyecto de Código Penal: aprobarlo sin leerlo. La pieza fue sancionada en una primera "lectura" que no fue lectura, y este miércoles se apresta sancionarlo en segunda "lectura".
Si existía alguna esperanza de que la Cámara de Diputados por lo menos leyera y revisara lo aprobado de manera acelerada por el Senado, lo ocurrido ayer indica que hay una decisión tomada, por lo menos en el bloque mayoritario del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y sus aliados.
La alta dirigencia del PRM debe saber que tiene una delicada responsabilidad en sus manos.
Acoger como bueno y válido el contenido de esa pieza legislativa, que haría retroceder a la República Dominicana en materia de derechos humanos y civiles, y que desconoce por completo a las mujeres como personas con derechos y con la capacidad para tomar sus propias decisiones, sería una mancha en la historia de un partido que se supone socialdemócrata, liberal y moderno.
Con razón el movimiento Participación Ciudadana exhorta al presidente Luis Abinader a hacer uso de su liderazgo para poner las cosas en orden.
"La dirección del partido de Gobierno (PRM) no se puede escudar en el carácter corporativo del Congreso para disminuir su responsabilidad en una legislación que, de aprobarse, llevaría el país a la norma de estados teocráticos que hoy en día son parias internacionales. Por esta razón hacemos un llamado al presidente de la República, Luis Abinader, a que cumpla con su palabra y ejerza su liderazgo en la bancada de su partido", declaró Participación Ciudadana en un documento divulgado este martes.
Pensamos que ningún partido que se precie de democrático quisiera dejar una impronta tan negativa. La bola está en la cancha de la dirigencia del PRM. De lo contrario, quedaría en manos del presidente Luis Abinader.