Luego de difundirse ciertas disposiciones, decisiones, órdenes y declaraciones públicas de incumbentes de ministerios y otras instancias de la administración del Estado, no es ocioso preguntarse si esos funcionarios públicos tienen claro cuál es su responsabilidad y a quién deben servir.

¿Se ocupan los partidos políticos de educar y formar a sus aspirantes a cargos públicos, elegibles o no, sobre qué es el Estado, qué dispone la Constitución, cuáles son los compromisos de la República Dominicana en materia de respeto a los derechos humanos y a los derechos civiles?

A juzgar por sus hechos, es evidente que algunos no tienen la más mínima idea de cuál es la responsabilidad de un funcionario público, qué cosa es el Estado, qué es la democracia ni mucho menos de los derechos que garantiza la Constitución de la República Dominicana.

Y lo que es peor, desconocen la realidad social del país al cual se supone que sirven.

Saludos para el Director General de Migración (a quien la Procuradora General le enmendó la plana), para el Ministro de Salud y para el funcionario del Minerd que defendió el legado de "su jefe" (el dictador Rafael Trujillo).