Nunca antes, en nuestra historia con Estados Unidos, había emitido el gobierno dominicano una comunicación tan contundente como la nota emitida por el ministerio de Relaciones Exteriores el recién pasado fin de semana, a propósito de una declaración, muy breve, de la embajada de los Estados Unidos sobre el trato discriminatorio dado por las autoridades de migración a personas negras.

Pareciera que el gobierno dominicano decidió subir al ring y presentó “su más enérgico rechazo al comunicado norteamericano, “por considerarlo manifiestamente infundado, extemporáneo e infeliz”.

Pocas veces un gobierno caribeño -con la excepción de Cuba- habló tan alto ante una comunicación o una indicación del imperio. De acuerdo con el gobierno dominicano el comunicado de marras contradice la excelente relación bilateral, tanto política, como económica, militar, social y de cooperación que ha habido entre los dos países.

El gobierno dominicano lleva dos años sin un embajador designado para la República Dominicana. Robert Thomas, quien funge como embajador es interino, además de que es el encargado de negocios. Y queda la impresión de que en los próximos meses no habrá embajador americano en nuestro país. ¿Es un mensaje sobre la falta de un embajador acreditado lo que está enviando el gobierno dominicano a los gobernantes norteamericanos?

Es cierto que la nota de la embajada provoca irritación, y que la zurrapa podría estar en las deportaciones de indocumentados haitianos por parte del gobierno dominicano. Estados Unidos también deporta haitianos, y peor aún, los trata violentamente, les niega medicamentos si se enferman, y no permite el asilo político a quienes pudieran alegar ser perseguido por las bandas o por el gobierno haitiano.

El comunicado del gobierno dominicano se extiende en detalles sobre el tratamiento dado a los migrantes irregulares haitianos, y sobre los gastos en que ha incurrido el Estado para ofrecer atenciones a mujeres haitianos que acuden a los hospitales dominicanos.

Haitianos cruzando desde México a los Estados Unidos, por Texas

El documento dominicano asume oficialmente la crítica norteamericana como un deseo de fastidiar a las autoridades. ¿Se habrá negado el gobierno dominicano a aceptar peticiones en privado del gobierno norteamericano sobre la cuestión migratoria haitiana?

Desconocemos la historia diplomática de este asunto. Asumimos la discusión a partir de una breve nota crítica de la embajada norteamericana en el país y la consiguiente respuesta del gobierno dominicano. Una cosa es segura: El gobierno de Estados Unidos no se esperaba que el país le respondiera, primero tan rápidamente, y segundo, con tanta energía. La cancillería dominicana sacó el pecho, cantó como un gallo en su traba, y expresó su disposición a defender su dignidad.

Observen lo escrito en el comunicado dominicano: Así como todo país soberano que repatria a la población extranjera en situación migratoria irregular, incluyendo a EE.UU., República Dominicana se ha visto forzada a deportar a un alto número de migrantes haitianos que no toleran más la situación en ese país y que avasallan las posibilidades dominicanas. República Dominicana no aguanta más”.

Estados Unidos también deporta haitianos, dominicanos, cubanos, hondureños, venezolanos y de todas las nacionalidades, porque Estados Unidos es un gran receptor de migraciones. Por tanto, en esta materia, no puede trazar pautas distintas de las que pone en práctica. El comunicado dominicano le recuerda que en la Administración Biden, entre febrero del 2021 y febrero del 2022, fueron deportados más de 20 mil haitianos.

El imperio es el imperio, y tiene sus reglas y formas de actuar frente a situaciones como esta. Es posible que en territorio americano haya más de millón y medio de dominicanos. Desde Estados Unidos nos llega la mayor cantidad de turistas. Nuestras relaciones comerciales y políticas con Estados son fluidas. Nuestra democracia es estable, y votamos en el 98 por ciento de los casos igual que Estados Unidos en las Naciones Unidas.

Está claro que el gobierno dominicano se ha plantado para pedir respeto. Que el gobierno dominicano se cansó de ser atropellado y vilipendiado. Por eso, un mensaje como este recibe tanto apoyo de la sociedad dominicana:

“El comunicado del 19 de noviembre podría impactar negativamente a miles de trabajadores dominicanos, así como a nuestra economía, aunque este no haya sido su objetivo. En consecuencia, esperamos que el gobierno de Estados Unidos considere el retiro de los términos sin verificar de este ambiguo comunicado, a la mayor brevedad posible”. 

¿Reaccionará Estados Unidos ante esta petición formal del gobierno dominicano? ¿Atentará Estados Unidos contra la economía dominicana, para imponer -como es costumbre- su punto de vista sobre cualquier asunto? Entendemos que lo pensará y sabrá que conviene más la amistad que la pelea.