Reducir la desigualdad sigue siendo un reto importante para garantizar el crecimiento sostenible y desarrollo del país.

Así lo consideró el exministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, tras indicar que los gobiernos históricamente no han podido establecer políticas públicas eficientes para lograr reducir la desigualdad.

El también expresidente de la Asociación Nacional de Empresas e Industrias Herrera (Aneih), dijo que aunque se ha disminuido la pobreza, no ha sido así con el tema de la desigualdad, la cual consideró como la clave del desarrollo.

“Disminuir la desigualdad no es quitarle al rico para darle al pobre, sino establecer una serie de políticas públicas que permitan, entre otras cosas, aumentar el salario real de los trabajadores, es decir los bienes y servicios que puede adquirir con su salario nominal”, indicó

En un coloquio organizado por Aneih, encabezado por el presidente del gremio, Noel Ureña Ceballos, el exfuncionario dijo que se deben mejorar la salud, la educación, el transporte, el agua y la electricidad, reduciendo su costo. “Estas son las cosas que contribuyen al incremento de salario real”.

Asimismo, dijo que no hay que dejarse cegar por un crecimiento y una bonanza que no llega a todos, “que por demás viene acompañada por un endeudamiento del 60 % del producto interno bruto (PIB) cuyos intereses se comen una parte importante de nuestro presupuesto”.

Crecimiento que no llega a todos

Isa Conde dijo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha calculado en una muestra de 156 países que, si aumenta la participación de los pobres y la clase media en el ingreso total, crece la economía. Pero, si, por el contrario, se incrementa la proporción de los más ricos, baja el crecimiento.

Explicó que en el caso dominicano se ha evidenciado que cuando aumenta el crecimiento económico en un punto porcentual, se reduce la pobreza en 2.78 puntos.

Asimismo, dijo que un punto porcentual menos en la tasa de desigualdad provoca una reducción de la pobreza en 5.19 puntos porcentuales, según cifras de la CEPAL y el Ministerio de Economía.

“Eso significa que de haberse reducido la desigualdad en los mismos niveles en los que aumentó el ingreso durante los últimos seis años, la disminución de la pobreza monetaria hubiera sido al menos el doble de lo observado hasta 2021. Lo que indican esos números es que, la tasa de pobreza hubiese logrado caer en 9.5 puntos porcentuales en vez de 4.8”, explicó

Dijo que según los expertos, si el país logra aumentar en un 50 % la reducción de la desigualdad con respecto a la observada en el último año pre-pandemia, se podría reducir la pobreza general en 500 mil personas.

“Por demás no debería ser aceptable que el 1 % de nuestra población reciba 30 % del ingreso total mientras que el 10 % superior concentra el 55 %, dejando apenas el 45 % para el 90 % de la población restante. Mucho peor, el 50 % de aquellos que tienen menores ingresos solo perciben el 17 % del total”, expresó

Sostuvo que esto evidencia que no sólo es una injusticia, sino una torpeza de quienes diseñan, dirigen y ponen en marcha las políticas públicas.

“Si se aumenta el ingreso de los más pobres y de la clase media, no hay dudas de que se fortalece el mercado”.

Isa Conde consideró que si se permite que la brecha de la desigualdad se siga ensanchando, el riesgo político seria muy alto ya que la inestabilidad social crecería de manera alarmante afectando gravemente el clima de inversión.