Para construir un sistema de seguridad social como el que plantea Seguridad Social Digna, “traspasándole nuevamente todo el poder y control al Estado”, primero habría transformar al gobierno en un instrumento al servicio real de la población, capaz de garantizar servicios de calidad, integrales y oportunos.
Así lo aseguró el economista Arismendi Díaz Santana, exgerente del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), tras indicar que sin cambios previos en el Estado, sería un total retroceso con consecuencias catastróficas para los pobres y la clase media.
Sostuvo el modelo que ese sector plantea debió haber sido un Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) renovado, y que el Estado fue incapaz de intentarlo durante 60 años.
“A lo largo de casi cuatro décadas (entre el 1966 y el 2000) el Estado sometió 4 proyectos de reforma del Seguro Social, todos básicamente orientados a engordar la burocracia, el clientelismo y la corrupción tripartita. Por eso todos fracasaron porque los trabajadores no confiaban en el IDSS, ni tampoco los empleadores. Y por eso tuvimos que diseñar uno mixto, público-privado, que es el actual Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS)”, recordó.
Explicó que al momento de diseñar el SDSS, de cada tres dominicanos con algún seguro de salud, dos lo hacían con las igualas y seguros médicos privados, y sólo uno con el IDSS. “Y la mitad de los afiliados al Seguro Social, a pesar de ser trabajadores pobres, preferían contratar una iguala médica privada porque rechazaban los servicios públicos, generando lo que se conoció como la doble cotización: una obligatoria al IDSS y otra voluntaria al sector privado de la medicina”.
El economista, dijo además, que la Ley 87-01 le otorgó grandes privilegios al IDSS: un plazo de 10 años y suficientes recursos financieros extraordinarios para que se transformara en una institución moderna, capaz de brindar servicios y protección de acuerdo a la nueva Ley.
Sin embargo, afirma, que los resultados fueron tan desastrosos que el propio Estado se vio en la necesidad de eliminarlo, luego de 70 años de existencia. Resaltó que solo el doctor César Mella, el último director del IDSS, tuvo el valor de denunciar “la corrupción, el mercantilismo y el tráfico de influencia que finalmente hundieron al IDSS”.
“Ni siguiera con esos privilegios otorgados al IDSS, el Estado fue capaz de reducir la brecha entre lo público y lo privado. Ni ayer, ni hoy. Todo lo contrario, en los 20 años de existencia del SDSS la aceptación pública se ha debilitado notablemente, acentuando la privatización y mercantilización de los servicios de salud. ¿A ese Estado incapaz y privatizante es al que le vamos a endosar ahora toda la Seguridad Social? Ese sería el premio mayor a la irresponsabilidad y a la falta de competencia”, enfatizó
El exgerente del CNSS, consideró que lejos de premiar a un Estado “neoliberal, clientelista y corrupto”, lo que procede es demandar que cumpla con la Ley y que proteja a la población como dispone la Constitución de la República.
Sostuvo que endosarle nuevamente el poder y el control absoluto sólo se traducirá en mayor burocratismo e ineficiencia y que lo primero que hay que hacer es movilizar a los sectores populares y a la clase media demandando del Estado las reivindicaciones más sentidas de la población, para elevar su eficiencia y para eliminar o reducir el clientelismo, los privilegios y la corrupción.
Marcha
El próximo miércoles siete de septiembre el Colegio Médico Dominicano (CMD) tiene previsto una marcha contra las Aseguradoras de Riesgo de Salud (ARS) y las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), y que es apoyada por la Coalición por la Seguridad Social Digna quien ha criticado la rentabilidad de las mismas.
La marcha partirá desde el CMD hasta el Consejo Nacional de la Seguridad Social.