El comercio de bienes dominico-haitiano registró un superávit equivalente a US$ 4,734 millones desde el 2019 hasta los primeros cinco meses del 2024. Esto quiere decir que las exportaciones superaron las importaciones.
El importe exportado en este periodo fue de US$ 4,780 millones y el importado de US$ 46 millones, un excedente equivalente a casi US$ 104 exportados por la economía dominicana por cada dólar importado de Haití.
El análisis, realizado por el Centro de Estudios Económicos y Sociales padre José Luis Alemán de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), destaca el impacto negativo, en el caso de Haití, de “escalada del proceso de endeudamiento externo a fines de financiar gastos por encima de sus ingresos en dichas transacciones mercantiles binacionales, así como desmembración de las actividades productivas y ocupacionales, y en consecuencia propagación de la pobreza popular por la sustitución de la matriz productiva y fuerza laboral haitianas por empresas exportadoras y mano de obra dominicanas”.
El superávit comercial se concentró en cinco partidas: algodón, plástico y sus manufacturas, vestimentas de punto, productos de molinería y el cemento, yeso y sal. Estos cinco bienes representaron US$ 2,516 millones, es decir, el 52.16% del total (US$ 4,734 millones).
El primero es el algodón, materia prima importada (US$ 766 millones o 16,18 %) y luego exportada como bien intermedio (US$ 764 millones) a las zonas francas industriales textileras haitianas. Esto, según el análisis, porque República Dominicana carece de plantaciones algodoneras desde hace años.
Plástico y sus manufacturas (US$ 612 millones o 12,93%), mercadería exportada tanto como insumo para industrias de zonas francas (US$ 133 millones), así como bien final al mercado interior (US$ 443 millones) de Haití. El resto se declaró como otra (admisión temporal u otra reexportación).
Vestimentas de punto (US$ 522 millones o 11,03 %), transada fundamentalmente como exportación de bien intermedio (US$ 541 millones) a las textileras de zonas francas de Haití y producto de consumo (US$ 5 millones) en el mercado interno haitiano. También en menos medida como importación de producto intermedio (US$ 24 millones) destinado a las empresas maquiladoras dominicanas.
Productos de molinería y otros (US$ 327 millones o 6,91%), vendidos exclusivamente por empresas criollas al mercado doméstico haitiano (US$ 327 millones). Según el informe esto hace que no exista registro contable de operación llevada a cabo tanto en el régimen comercial de zonas francas industriales como en el de reexportación o admisión temporal.
Cemento, yeso y sal (US$ 289 millones o 6,10%), insumo o materia prima de exportación a Haití, con asignación tanto al mercado nacional del ramo de construcción de obras públicas y edificaciones privadas (US$ 261 millones) y en calidad de admisión temporal (US$ 18 millones).
El análisis que parte de datos de la Dirección General de Aduanas, sostiene que en el caso de los primeros cinco meses de 2024, en comparación con igual periodo de 2023, el excedente de bienes domínico-haitiano sumó US$ 347 millones, unos US$4 millones menos (-0.89 %) que en ese año (US$ 451 millones). En el caso de las importaciones desde Haití, aumentaron casi US$ 7 millones.
Sostiene que la crisis de las transacciones mercantiles deficitarias tanto coyuntural como estructural del vecino país con el resto de las naciones, en particular con República Dominicana, demanda “ineludiblemente una reforma profunda del sistema de producción agrario, industrial, financiero y laboral de la nación haitiana, una cuantiosa cooperación internacional en fondos, bienes, servicios y capitales y, sobre todo, una reinstitucionalización profunda de su proyecto nacional republicano, democrático y popular”, concluye.