El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este viernes con una subida del 0,58 %, hasta los 103,33 dólares el barril, después de que ayer se disparara un 4,3 %, en medio de una gran volatilidad marcada por los temores bajistas de una recesión y los alcistas de una escasa demanda.
A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en agosto sumaban 0,60 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
El petróleo de referencia de Estados Unidos se encamina a cerrar esta semana de cuatro días por el festivo del 4 de julio, con pérdidas, después de que el pasado viernes terminara en 108,43 dólares el barril.
El martes sufrió una profunda caída del 8,2 % que hundió el precio por debajo de la barrera psicológica de los 100.
La Administración de la Información de la Energía (EIA, por sus siglas en inglés) informó ayer de que los inventarios de crudo aumentaron la semana pasada en 8,2 millones de barriles, mientras que los de gasolina se redujeron en 2,5 millones, tanto por el aumento de la demanda como por la caída de un 0,5 % de la actividad de las refinerías.
La caída de los inventarios de gasolina animó a los inversores ayer, después de que estos hubieran subido en las dos semanas anteriores despertando el miedo a una pérdida de la demanda.
"La caída en los inventarios de gasolina de EE.UU. (…) resaltó cuán escasos siguen los suministros, especialmente en las categorías refinadas", escribió el analista de Oanda Jeffrey Halley en una nota, en referencia a cómo este dato ayudó ayer a mantener el precio del crudo al alza.