El precio del petróleo intermedio de Texas (WTI) abrió este miércoles con una subida del 0,18 %, hasta los 87,47 dólares el barril, tras la bajada de ayer provocada por los datos de la inflación de agosto en Estados Unidos, superior a la esperada.
A las 09.00 hora local de Nueva York (13.00 GMT), los contratos futuros del WTI para entrega en octubre sumaban 0,16 dólares con respecto al cierre de la sesión anterior.
Hoy la Agencia Internacional de la Energía (AIE) revisó ligeramente a la baja sus previsiones sobre la demanda global de petróleo para este año, en concreto 110.000 barriles diarios menos que hace un mes.
Sus expertos calculan que en 2022 el consumo medio será de 100,1 millones de barriles diarios, 4,8 millones más que el pasado año. En 2023, el incremento será de 1,7 millones de barriles diarios hasta 101,8.
La corrección a la baja de las estimaciones para este año se explican por la ralentización económica que se constata en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y por el efecto de las restricciones a la actividad en China para intentar controlar los rebrotes de COVID.
Eso se compensa en parte por una mayor utilización del petróleo para la generación de electricidad en Europa y Oriente Medio, donde está sustituyendo parcialmente al gas porque su precio se ha disparado.
Por otra parte, las autoridades estadounidenses anunciaron esta mañana el Índice de Precios al Productor de agosto, cuya tasa interanual se situó en el 8,7 %, frente al 9,8 % registrado en julio y que ha sido mejor que la esperada.
La caída de ayer se produjo después de que la Oficina de Estadísticas Laborales anunciara que la tasa de inflación interanual de Estados Unidos se situó en agosto en el 8,3 %, dos décimas menos que en julio.
Sin embargo, con respecto al mes anterior, los precios de consumo subieron una décima, después de haberse mantenido estables en julio y a pesar de la fuerte caída registrada por los combustibles, como la gasolina, que registró un descenso del 10,6 %.
Con estos datos, los inversores temen la Reserva Federal (Fed) continúe con su política agresiva de subida de los tipos de interés.
"Una Reserva Federal más agresiva en los próximos meses, que es lo que el mercado valoró violentamente ayer, sofocará el crecimiento y, en última instancia, pesará sobre la demanda más amplia de los consumidores, incluida la demanda de productos refinados", apuntó la firma Sevens Report en su informe de hoy.
Una reacción que eclipsó el resto de factores que en las últimas semanas también están influyendo en el oro negro, como el ajustado equilibrio entre la oferta y la demanda, la decisión de la OPEP de recortar la producción, la guerra en ucrania, la crisis energética Europea, las negociaciones nucleares con Irán o las restricciones chinas para frenar la expansión de los nuevos brotes de COVID-19.