Es palpable el hecho de que las obras del Programa integral de desarrollo turístico y urbano de la Ciudad Colonial han alterado la vida de los residentes y foráneos de la zona declarada como patrimonio de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

A pesar del polvo, el ruido y los remozamientos ejecutados por el Ministerio de Turismo y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por una inversión de US$ 90 millones, la Zona Colonial sigue siendo un lugar vibrante, lleno de vida y promesas. Es un destino que alberga secretos históricos.

Con cada martillazo, carga de cemento y bloque colocado, el centro histórico está un paso más cerca de su transformación, pensada para atraer nuevos turistas.

Algunos visitantes, de acento extranjero, exploran la zona. Aunque su presencia en el centro es escasa, se suelen ver en trenes o en grupos caminando frente a la recién terminada calle Las Damas, escuchando con atención la explicación histórica y turística de su guía.

La llegada de turistas no residentes a esta zona presenta un crecimiento sostenible. En 2014, cerró con 536,034 extranjeros; 2015 unos 586,598; en 2016 se fijó en 650,208; y 2017 con 668,117.

Entre 2018 y 2019 se registró una variación negativa de 2.1 %, al comparar los 660,087 no residentes del 2018 con los 645,948 del año siguiente, conforme el Observatorio Turístico Ciudad Colonial de Santo Domingo.

El macroproyecto tiene como fecha el 2025, para que el casco antiguo de República Dominicana resurja entre las murallas, fortalezas y calles empedradas que datan la llegada de los españoles en 1502.

Descentralizando los destinos tradicionales

República Dominicana es uno de los destinos de sol, playa y arena más importantes de la región. Y no es para menos, cuenta con lugares como Monte Cristi, Samaná, Nagua, Río San Juan, Bahía de las Águilas, de aguas cristalinas para el disfrute de los turistas.

Si bien Santo Domingo carece de playas aptas para el ocio, 14,359,431 pasajeros que llegaron vía aérea a la capital del país, indicaron que su motivo fue el de recreación, entre 2014 y enero 2024, siendo la Ciudad Colonial uno de sus principales atractivos.

Ante esta situación, la presidente de la Asociación de Hoteles de Santo Domingo, Yudith Rodríguez, está segura de que la Ciudad Colonial es una oferta complementaria.

“En las grandes ciudades han logrado promover su oferta cultural de manera astronómica… Nosotros también buscamos hacerlo y la Zona Colonial es nuestro nicho para lograrlo”, consideró.

Mientras, el titular de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (Asonahores), David Llibre, es aún más específico: la Ciudad Colonial es un complemento a la oferta playera.

“El sol y playa siempre será el principal motor del turismo de República Dominicana, somos una isla y dependemos de nuestras playas, pero al recibir 10 millones de visitantes debemos empezar a desarrollar otro tipo de turismo”, consideró.

De acuerdo con los datos del Banco Central (BCRD), el flujo vía el Aeropuerto Internacional Las Américas fue de 240,827 pasajeros, en enero del 2024.

Al analizar las llegadas en períodos anteriores, se evidencia que presentó un crecimiento sostenible en la última década, al pasar de 1,546,361 en 2014 a 2,698,234 en 2023, es decir, 74.4 % más. Esto se debe, en parte, al establecimiento de nuevas rutas comerciales, el surgimiento de aerolíneas nacionales que tienen su hangar y centro de operaciones en la terminal aérea.

Solo en 2020 se presentó una caída de las llegadas de pasajeros, al totalizar 923,271, por el cese de las operaciones no esenciales por la COVID-19. En 2021, cuando se contabilizaron 1,948,363 pasajeros, solo faltó un 1.3 % para nivelar las cifras prepandémicas (1,974,846).

Antes de reservar un vuelo, el futuro viajero considera las posibles actividades turísticas durante las fechas elegidas.

Si arribaron 1,974,846 pasajeros por el AILA en 2019 y se registraron 645,948 turistas en la Zona Colonial – según estimaciones del Observatorio Turístico Ciudad Colonial de Santo Domingo -, se evidencia que únicamente asiste una tercera parte.

En años anteriores es similar. En 2018 fue el 35.9 % de los 1,837,689, es decir, 660,089. En 2017, se reportó el 36.7 % de 1,819,620, mientras que en 2016 fue de 35.9 %, o 650,208 de los 1,807,986 pasajeros que arribaron al país vía la terminal de Francisco Peña Gómez.

Según los cálculos de ACENTO, hechos a partir de los datos suministrados por el Observatorio, el 33.8 % de los pasajeros recorrieron la Ciudad Colonial en 2013, y en 2014, el 34.6 %, o sea, 586,598 y 536,034, respectivamente.

Conforme las estadísticas, indicaría que los pasajeros que llegan a Santo Domingo no necesariamente tienen en planificación un recorrido por la Zona Colonial.

El sistema estima la demanda turística a partir de los datos procedentes del Banco Central, la Oficina Nacional de Estadística, los registros de museos, puntos de información turística, encuestas de residentes y en destinos.

“Uno de los planes que tiene el Gobierno es terminar de desarrollar un centro de eventos, debido a que Santo Domingo carece de un espacio físico para alojar convenciones y es necesario atraer esos eventos para tener turismo de compra, cultural y otros beneficios”, explicó Llibre.

Conforme el BCRD, los viajes por negocios registraron 909,045 pasajeros; seguido de convenciones, 240,587; estudios y amigos con 76,345 y 1,745,227, respectivamente. De acuerdo con los datos, 1,499,643 no indicó un motivo de viaje, desde 2014 hasta enero del 2024.

La diversificación es clave para la sostenibilidad del destino

De los 18,830,275 pasajeros que llegaron entre 2014 y enero de este año, el 34.5 % se alojó en hoteles tradicionales, es decir, 6,509,487.

El 65.4% se inclinó por los alojamientos de renta corta, o 12,320,790 personas, lo que evidencia que el visitante que arriba por la capital dominicana muestra una tendencia por los alquileres en las plataformas digitales.

Además de las llegadas vía aérea, la capital dominicana cuenta con las terminales San Soucí y Diego Colón, que reportaron 784,372 cruceristas desde 2024 hasta enero del 2024. Al desglosar los datos, el 2017 fue el período de mayor número de visitantes, con 151,069, seguido del 2018 con 113,672 y el 2015 con 105,883.

Los residentes locales parecen haberse acostumbrado a la situación, cruzando las aceras con facilidad y sin mostrar ningún tipo de molestia.

De vez en cuando se les puede ver conversar con los obreros, principalmente a las 12:28 de la tarde, cuando se encuentran almorzando, ya que después, descansan durmiendo en los andenes bajo la escasa sombra.

Los propietarios de papelerías, salones y surtidoras han sido precavidos y han sabido cómo paliar la situación. La dueña del salón Miss Rizos había avisado por redes, desde mediados de enero, sobre la remodelación, y aseguró que debido a ello no ha percibido una pérdida en clientela.

Otras tiendas que se basan en la adquisición de productos aseguran que es problemático el transportarlos, pero que “no pasa de ahí”.

En general todos tienen algo en común: el remozamiento es algo necesario y pasajero.