Los alojamientos en plataforma digitales como Airbnb permiten a ciudades con potencial de turismo comunitario, ecológico y más personalizado, recibir más visitantes, y República Dominicana ve el crecimiento de la oferta y demanda de los extranjeros no residentes.
¿Cómo crecen los alquileres turísticos en el país? ¿Cuál es su impacto en el sector construcción? ¿Son más que los hoteles tradicionales?
Desde 2020 hasta 2023, la Oficina Nacional de Estadística (ONE) registró 348 obras destinadas a edificios de apartamentos turístico habitacional conocidos como Airbnb, lo que representó el 1.2 % de un total de 28,263.
Las construcciones de hoteles y complejos turísticos (1,285), y los apartamentos para renta larga (19,294), cuadruplican la cantidad de los Airbnb durante los últimos cuatro años.
En 2023, el valor tasado ascendió a RD$ 110,837.3 millones, de los cuales, RD$ 80,304.3 millones correspondió a apartamentos. Mientras que los complejos turísticos y hoteles consolidaron RD$ 4,810 millones, frente a los RD$ 449.5 millones de los Airbnb, es decir, RD$ 4,360.5 millones más.
Bienes raíces y turismo
La industria de viajes y los bienes raíces son dinamizadores de la economía dominicana al captar inversiones extranjeras. De acuerdo con el Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (ProDominicana), estos sectores reportaron US$ 1,803.2 millones en el año pasado.
Muchas personas utilizan Airbnb como el alojamiento ideal durante sus vacaciones. La plataforma digital de alquileres de casas de renta corta ha sumado 98,970 habitaciones distribuidas en 39,943 propiedades en el territorio nacional.
Conforme el Banco Central (BCRD), de los 2,334,562 no residentes que llegaron vía aérea en el primer trimestre del 2024, 603,783 pernoctaron en hoteles de renta corta y plataformas digitales. El 1,730,779 se alojó en establecimientos tradicionales.
Estos establecimientos generan nuevos empleos, obliga a los huéspedes a realizar gastos indirectos de comida, transporte y entretenimiento, y movilizaron US$ 397 millones en 2022 en el país.
Pese a sus beneficios, también se ha visto involucrado en disputas con las autoridades financieras y regulatorias como la Dirección General de Impuestos Internos, Asociación Nacional de Hoteles y Turismo y el Ministerio de Turismo.
El tema radica entre la competencia desleal con el sector de los hoteles, la seguridad de los visitantes y las condiciones fiscales, por lo que las autoridades nacionales piden su regulación desde inicios de abril del año pasado.