La leucaena (Leucaena leucocephala) es un árbol que se encuentra en gran parte del territorio nacional y se distingue por sus pequeñas hojas verdes y sus vainas achatadas de color café. Aunque esta planta se puede observar en casi cualquier localidad de República Dominicana, se trata de una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo.
La iguana verde (Iguana iguana), por otro lado, es un reptil que se encuentra naturalizado en gran parte del país y se conoce por su capacidad de invasividad, los daños que provoca a la fauna endémica dominicana y los peligros que pueden representar para la sanidad humana y la economía.
La leucaena y la iguana verde son parte de las 200 especies exóticas invasoras (entre vegetales y animales) distribuidas en República Dominicana, según la última actualización del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Mimarena), realizada en enero de 2021.
Al momento, estos seres vivos se encuentran entre los principales problemas para la biodiversidad a nivel global y muchas veces pasan desapercibidos por la población por su falta de conocimiento.
Las islas como La Hispaniola tienen importantes ventajas en términos biológicos ya que, por su condición de aislamiento, la evolución natural que se desarrolla en estos lugares favorece al surgimiento de criaturas y ecosistemas sin par.
Asimismo, como establece la Estrategia Nacional de Especies Exóticas Invasoras, “el aislamiento también significa que las especies isleñas son más vulnerables a la agresividad de competidores y depredadores provenientes de áreas continentales, con los que no han compartido una historia evolutiva”.
Como explica la encargada de la división de Especies Exóticas Invasoras del Mimarena, Isabela Hernández, estos organismos “atacan directamente a las especies nativas, pueden tomar los recursos que necesitan para sobrevivir, modificar su comportamiento reproductivo, modificar las estructuras de la comunidad, y degradar o destruir hábitats”.
La extinción de especies en distintas regiones del continente ha sido relacionada, entre otros factores, con el impacto de las criaturas invasoras. De hecho, estudios sugieren que es la tercera causa de desaparición de especies a nivel global, solo superada por la pérdida de hábitats y el cambio climático.
De acuerdo a la División de Especies Exóticas del Mimarena, al menos 39 especies de las que se encuentran en la nación están citadas entre las 100 peores del mundo por el internacionalmente reconocido Grupo de Especialistas en Especies Invasoras (ISSG por sus siglas en inglés). Eso quiere decir que casi el 20% de las especies exóticas invasoras de la isla están entre las más peligrosas del planeta.
Las especies de la referida lista fueron seleccionadas de acuerdo a la severidad de su impacto sobre la diversidad biológica, las actividades humanas y por ser ejemplos de temas importantes relativos a las invasiones biológicas.
República Dominicana es uno de los países con mayores niveles de biodiversidad y endemismo del Caribe, esto se evidencia en su amplia variedad de climas, especies de flora y fauna, sus distintos ecosistemas y comunidades naturales.
Esta riqueza se pone en riesgo cuando se enfrenta a este tipo de organismos alóctonos, ya que algunos pueden imponerse con mucha facilidad sobre los nativos e interfieren con el delicado balance ecosistémico que estos requieren para su subsistencia.
En una entrevista exclusiva a este medio, Daniel Ramadori, representante de Latinoamérica y el Caribe del Comité de Fauna de la CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre), afirmó que una de las características más peligrosas de estos seres es que tienen la habilidad de imponerse en nuevos ambientes.
“Las especies invasoras tienen la capacidad de conquistar nuevos ambientes, a expensas de los recursos disponibles y ante la falta de un control natural”, aseguró el especialista.
El Mimarena ha elaborado un programa de control y observación continua a 12 especies por su impacto en la biodiversidad dominicana. Esta lista incluye algunos mamíferos, plantas, reptiles, peces y moluscos.
Estas especies son:
- Caracol gigante africano (Lissachatina fulica)
- Mapache (Procyon lotor)
- Iguana verde (Iguana iguana)
- Gato asilvestrado (Felis catus)
- Vaca silvestre (Bos Taurus)
- Rata (Rattus rattus)
- Pez león (Pterois volitans)
- Pez gato (Clarias batrachus)
- Moriviví gigante (Mimosa pigra)
- Leucaena (Leucaena leucocephala)
- Caliandra (Caliandra calothyrsus)
- Nim (Azadirachta indica).
El problema de las especies exóticas invasoras es una realidad que afecta a todas las regiones del mundo y perjudica a un sin número de ecosistemas. Las principales invasiones biológicas en la actualidad, son producto del comercio globalizado y la intervención humana para hacer frente a fenómenos ambientales.
Mamíferos invasores
La mayoría de mamíferos endémicos o nativos del país está bajo algún tipo de amenaza y, a pesar de que no se tienen cifras concretas sobre el impacto de las especies exóticas invasoras sobre estos animales, se ha documentado el peligro que representan y los casos de competencia directa.
El Estado dominicano es parte del proyecto de Mitigación de las Amenazas de las Especies Invasoras en el Caribe Insular, suscrito en 2014, en el cual se identificó a los mamíferos exóticos invasores como una prioridad para la nación.
La lista oficial de mamíferos invasores del Mimarena está compuesta por 13 especies de las cuales alrededor de 8 se encuentran entre las 100 más peligrosas del mundo, documentadas por el ISSG o Grupo de Especialistas en Especies Invasoras.
Estos seres vivos comparten características de depredación en diversos sectores de la biodiversidad dominicana. Sus estragos pueden incluir daños en la agricultura, a la flora y fauna nativa, entre otros.
Entre los principales mamíferos invasores del país se encuentran el mapache (Procyon lotor), la mangosta (Urva auropunctata), el gato asilvestrado (Felis catus) y la rata negra (Rattus rattus).
Aves invasoras
La isla de La Hispaniola alberga al menos 7 especies de aves exóticas invasoras, entre ellas se menciona la paloma doméstica (Columba livia), el gorrión (Passer domesticus) y el pájaro vaquero (Molothrus bonariensis).
Aves como estas causan problemas para la fauna local, resaltando la reducción de las poblaciones de especies nativas, la transmisión de enfermedades, la degradación del hábitat, entre otros.
Varias de las aves invasoras del territorio nacional tienen importantes efectos en la agricultura, ya que atacan a diferentes cultivos que forman parte de la canasta básica de los hogares dominicanos.
Peces invasores
Los estragos de peces exóticos invasores han sido difundidos a través de los medios de comunicación, en diferentes momentos. Tal es el caso del pez león, cuyos daños a los arrecifes de coral y a la biodiversidad marina han interesado a la opinión pública en el pasado.
Como el pez león, el Mimarena ha documentado la presencia de otras 13 especies similares que se caracterizan por su resistencia, capacidad de reproducción, y su habilidad de desplazar a las especies locales.
Los peces invasores perjudican el medio ambiente de dos formas: en primer lugar, desplazan a los peces nativos como el dajao (Agonostomus montícola) y en segundo lugar, depredan la fauna íctica endémica.
Según los registros, desde los años 50 se empezaron a introducir especies exóticas invasoras en ambientes acuáticos con la liberación de animales con potencial pesquero. Estas estrategias se realizaron con la finalidad de suplir necesidades alimenticias de la población y presentar alternativas más accesibles.
Ejemplos de estas introducciones son la lobina (Micropterus salmoides) y la trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) que fueron traídas al país con fines deportivos en la década de los 60.
Otros sectores han contribuido a la incorporación de especies invasoras que son muy comunes en las aguas dulces dominicanas; a las tiendas de mascotas y acuaristas, por ejemplo, se les atribuye la introducción del beta en sus variantes (Betta splendens) y (Betta imbellis).
Anfibios invasores
El porcentaje de endemismo más alto de República Dominicana se presenta en diversidad de anfibios presentes en la isla.
Además de la reducción del hábitat y los estragos del cambio climático, los anfibios de La Hispaniola se enfrentan a dos graves peligros que se encuentran en la lista de las 100 especies exóticas más dañinas del mundo: la rana toro (Lithobates catesbeianus) y el maco pen pen (Rhinella marina).
Estas ranas son internacionalmente reconocidas por sus características de depredación y por competir con las especies locales en los entornos a los que son introducidas. También son vectores de enfermedades y pueden afectar tanto a humanos como a otros animales.
Del caso de la rana toro se tiene poca data, pero se sabe que el maco pen pen fue introducido para controlar los insectos en las plantaciones de caña de azúcar.
Reptiles invasores
Más del 90% de los reptiles localizados en República Dominicana son endémicos, lo que convierte a este grupo en uno de los más importantes en términos de biodiversidad.
Los reptiles invasores compiten y desplazan a sus pares nativos quienes representan el segundo grupo más grande amenazado en toda la geografía nacional. De igual forma, estos animales pueden perjudicar otros sectores como la salud, la agricultura, etc.
Según el listado oficial de especies exóticas invasoras hay alrededor de 5 reptiles que impactan la biodiversidad dominicana: Los casos más conocidos son el de la iguana verde (iguana iguana) y la jicotea de oreja roja (Trachemys scripta elegans), que se presumen fueron introducidas como mascotas.
Plantas invasoras
República Dominicana no podría concebirse sin sus espectaculares palmeras de coco que adornan las playas o la caña de azúcar, tan importante para la economía. A pesar del valor de estas plantas para la identidad nacional, en ambos casos se trata de especies introducidas hace siglos.
A lo largo de la historia las introducciones de especies vegetales han sido reportadas en diversas partes del mundo y son de las menos controladas, ya que las plantas pueden ser transportadas más fácilmente que otros seres vivos.
Muchas de las especies perennes en La Hispaniola fueron traídas al país como árboles frutales, ornamentales, forestales o, para prevención de la erosión, producción de madera o combustible.
La problemática es que cuando estas especies introducidas se convierten en invasoras pueden afectar la dinámica de los ecosistemas naturales y desplazar a plantas nativas o endémicas del país.
De acuerdo al Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en la nación hay 91 especies de plantas exóticas invasoras. Algunas de las de mayor preocupación son el Moriviví gigante (Mimosa pigra), la Leucaena (Leucaena leucocephala), la Caliandra (Caliandra calothyrsus) y el Nim (Azadirachta indica).
Impacto social
Los peligros de las especies exóticas invasoras no solo perjudican a la biodiversidad, sus estragos también se reflejan en términos sociales debido al contacto cotidiano que tiene la humanidad con estos seres vivos.
La transmisión de enfermedades es el principal efecto adverso que ocasionan las especies invasoras en la sociedad. Estos individuos se caracterizan por la variedad de patógenos que pueden transmitir a los seres humanos y los disturbios que pueden generar.
Para poner un ejemplo, las ratas pueden contagiar a las personas un aproximado de 35 enfermedades distintas. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), estos roedores pueden transmitir esos padecimientos a la gente cuando tienen contacto con su excremento, orina o saliva.
Algunas de las enfermedades que las ratas transmiten son el síndrome pulmonar por hantavirus, leptospirosis, fiebre de lassa, fiebre hemorrágica con síndrome renal, salmonelosis, entre otros.
Una especie que impacta de cerca a la sociedad dominicana es la del mosquito (Aedes aegypti), transmisor del dengue, que contagia a miles de personas cada año y acumula decenas de víctimas mortales.
En diferentes ocasiones el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, en coordinación con otras instituciones, ha tenido que realizar jornadas de fumigación, vacunación y concientización por la incidencia de este artrópodo.
El dengue, una enfermedad completamente naturalizada en el territorio nacional, ofrece una mirada de cómo las especies exóticas invasoras pueden alterar la dinámica de las sociedades e incorporarse a la vida cotidiana.
La lista de enfermedades que pueden contagiar las especies exóticas invasoras es inagotable, y en la mayoría de casos no solo perjudican a personas, también pueden transmitirlas a otras especies de animales o plantas.
Estos organismos no solo pueden afectar a la salud, también pueden producir considerables pérdidas en términos monetarios y la degradación de valores culturales, ya que hay especies que dañan rubros económicos importantes o que devalúan espacios públicos o edificaciones de gran significado histórico.
¿Qué puede hacer la gente?
Considerando los problemas que representan las especies exóticas invasoras para la biodiversidad, la economía y la salud, es una responsabilidad estatal el seguimiento, control y erradicación de estos organismos, sin embargo, surge la duda de cómo las personas pueden contribuir a esta causa.
Una forma de apoyar las medidas para mitigar la situación es plantar especies de flora nativas y endémicas o, en su defecto, es importante evitar la introducción de especies invasoras de flora que puedan representar una amenaza para el ecosistema local.
Ante cualquier avistamiento de alguna especie invasiva en un ecosistema puede contactar al Mimarena, a través de su canal Línea verde o vía Whatsapp al (849) 356-6400.
Además de contactar a las autoridades, si en su comunidad ya existen especies invasoras, tiene la alternativa de trabajar en conjunto con otros vecinos para elaborar un plan de control o erradicación. Se recomienda que cualquiera de estas medidas esté supervisada por especialistas del Mimarena.
Si va a viajar, no se recomienda trasladarse con plantas u otras especies que se consideren invasoras al territorio al que se dirige. Tampoco es bueno dejar en libertad mascotas que han sido domesticadas.
Es importante que las personas se involucren y eduquen con respecto a las especies exóticas invasoras, debido a que los seres humanos pueden contribuir a evitar que estas criaturas perjudiquen el medioambiente o afecten otros sectores de la sociedad.