Los indicadores macroeconómicos de República Dominicana apuntan a un crecimiento del 5 % en los últimos 10 años, mientras que los niveles de la pobreza se fijan en el 24 % de la población, y la desigualad está en descenso.

Además, el país cuenta con una calificación crediticia de BB, lo que significa que la nación ha avanzado para lograr el grado de inversión (AAA). Es decir, indica los emisores y garantes tienen excelente capacidad de pago del capital e intereses, en los términos y plazos pactados.

“No es algo que pasará de la noche a la mañana, pero la tendencia es positiva para el país y es un logro para luego de la pandemia”, aclaró la representante en República Dominicana del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Katharina Falkner-Olmedo.

Cada año, el organismo internacional destina entre US$ 200 millones y US$ 300 millones para la ejecución de diferentes proyectos que aportan al bienestar de la población dominicana como el puerto de Manzanillo, el remozamiento de la Zona Colonial y la mejora del sistema eléctrico nacional.

De acuerdo con la ejecutiva, el diálogo entre el BID Invest y BID Lab permiten analizar un problema de sus perspectivas y encontrar una solución que puede involucrar una alianza tripartita. 

“Nosotros tenemos casi 50 expertos viviendo en República Dominicana y ellos no solamente traen el conocimiento, sino que lo ajustan a las necesidades del país”, sostuvo.

En República Dominicana, el BID esta llevando iniciativas que tienen como objetivo contribuir al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en temas de sostenibilidad, educación y bienestar. Sin embargo, reconoce los retos que deben ser abordados desde una perspectiva integral.

“Aquí tenemos desafíos muy serios en educación… Según PISA, somos el tercer último de todos los países; tenemos un desafío en residuos, reciclaje y en economía circular; tenemos desafíos en saneamiento y esos son los temas que todos los sectores debemos actuar para resolverlo”, explicó a Acento, Falkner-Olmedo.

Agregó que desde el BID trabajan con un análisis técnico para debatir el problema y sus posibles soluciones, luego se conversa con los sectores público-privado para lograr un consenso y ejecutar el plan.

“Lo importante del trabajo técnico no es el tema de los fondos del Grupo BID, que son muy atractivos, o sea, los préstamos y los programas que financiamos son más baratos de lo que el Gobierno nacional puede emitir en bonos, normalmente somos entre 2 % o 3 % más baratos”, comentó. 

De hecho, los recursos económicos del BID “vienen” con asistencia técnica. La ejecutiva citó el portafolio de 56 programas por US$ 10 millones para aportar a que la economía crezca y se desarrolle.

De acuerdo con datos del organismo multilateral, la cartera activa de prestamos ascendió a US$ 2,057 millones, hasta marzo del 2023, por 23 proyectos como modernización del Estado, medio ambiente y desastres naturales, inversiones sociales y energía.

Economía pujante y diversificada

La diversificación es la manera de asegurar que el crecimiento de una nación sea sostenible a largo plazo. De acuerdo con Falkner-Olmedo, la economía dominicana es “bastante diversificada”. El turismo, las zonas francas y la agricultura, mencionó, aportan al producto interno bruto nacional (PIB), “así que a groso modo lo vemos más diversificado de otros países”.

No obstante, citó los desafíos que debe superar la nación. “Tenemos que preguntarnos dónde estamos y dónde tenemos que ir en los próximos cinco y 10 años”, comentó.

Indicó que la industria turística debe evolucionar del “todo incluido”, el sector agrícola debe tecnificarse y los demás renglones productivos tomar en cuenta los efectos del cambio climático.

Citó el proyecto “Saneamiento resiliente” que benefició a más de 600,000 personas que habitan desde Boca Chica, San Pedro de Macorís, La Romana y Punta Cana, en La Altagracia. Explicó que únicamente el 5 % de las aguas es tratado, por lo que es vital el tratamiento del agua.

Mientras, cada dominicano produce 650 kilogramos de residuos sólidos al año y la nación ubicada en el Caribe registra más de 200 vertederos a cielo abierto, problemática medioambiental que desde el BID están abordando, debido a que la Oficina Nacional de Estadística (ONE) registró que se vertió 1,443,646 toneladas de residuos en el vertedero de Duquesa en 2022.

“Nosotros estamos empezando con el vertedero de Duquesa y estamos apoyando su cierre que tomará cinco años, porque estamos hablando de 30 años de basura”, aseguró.

La primera fase del proyecto de cierre técnico y progresivo del vertedero de Duquesa requiere de una inversión de US$ 110 millones, según el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

El tercer es el programa es basado en la zona costera del país. Explicó que las playas están sufriendo de erosión y están perdiendo entre uno y tres metros al año. “Urge una intervención para que podamos estabilizar la situación y después retornar las playas de cómo fueron antes”.

Ante esas situaciones sociales y económicas, el BID planteó como estrategia fundamental su intervención para mejorar la calidad de vida de los dominicanos y proveer asesoramiento a las autoridades.

Reforma tributaria a considerar

La Dirección General de Presupuesto (Digepres) proyectó un sacrificio fiscal de RD$ 340,890.9 millones en este 2024, por la aplicación de exenciones, exoneraciones y otras facilidades impositivas. Conforme los datos, representa el 4.6 % del producto interno bruto (PIB).

El 40.2 % del gasto tributario corresponde a exenciones generales a personas físicas con RD$ 137,039.1 millones, seguido de zona franca industrial con RD$ 39,127.4 millones y educación con RD$ 16,913.2 millones. Los renglones de salud y turismo presentan un gasto de RD$ 28,424 millones y RD$ 12,570.4 millones, respectivamente.

“Antes de mirar una reforma, se deben mirar las exenciones, que sería una forma de recaudar mucho más sin afectar la población más vulnerable del país, entonces, nosotros técnicamente no vemos otra opción para el país”, aseveró.

La representante del BID acotó que sin gran volumen de ingresos, el Gobierno no pude invertir en programas sociales, infraestructuras o brindar el acceso a servicios básicos a los 10.7 millones de dominicanos.

“Cuando nosotros comparamos todos los países de la región, vemos que República Dominicana está recaudando solamente el 15% del PIB, siendo uno de los más bajos de la región”, dijo Falkner-Olmedo.

Mientras República Dominicana ha logrado avances significativos en su desarrollo económico y social, de acuerdo con el BID es necesario abordar de manera integral los desafíos y trabajar en colaboración con instituciones internacionales, además de los sectores público y privado, para continuar avanzando hacia un futuro próspero y equitativo.