Un viaje histórico a Brasil

El pasado mes de julio tuve la oportunidad de viajar a dos ciudades extraordinarias de Brasil, Sao Paulo y Rio de Janeiro. En ocasión de mi participación en dos eventos muy importantes en el mundo académico en áreas de las que trabajo como líneas de investigación. Desde la ciudad de New York tuve que viajar al aeropuerto de la ciudad de Washington y de ahí tomar un avión por diez horas hacia el aeropuerto Internacional de São Paulo-Guarulhos, para llegar a mi destino a vivir una gran experiencia en una semana de trabajo académico intenso, acompañado de visitas a museos, centros históricos, universidades, encuentro con portadores de tradición, ceremonias en templos de candomblé y umbanda, así como a otros espacios ceremoniales de la Religiosidad Popular de Brasileña en ambas ciudades.

Zé Pelintra el santo malandro de la Religiosidad Popular de Brasil

Fuimos invitados a la Tercera Conferencia Continental de Estudios Afro-Latinoamericanos del American Research Institute at Harvard University, celebrado en la Universidad de Sao Paulo, Brasil, como miembro del Grupo de estudios Afrolatinoamericanos (GEALA). Allá compartimos nuestra investigación que ya es un libro sobre las Cofradías Dominicanas del Espíritu Santo, ante miles de investigadores y académicos latinoamericanos vinculados a los estudios de negritud en Latinoamérica. Además, el viaje contemplaba la participación como docente en la Escuela de Invierno del Instituto María Quiteria de Rio de Janeiro, invitado por la Dra. Renata De Melo, a quien agradezco la deferencia y la oportunidad de ser parte de ese proyecto académico innovador que lleva a cabo con mucho esfuerzo y dedicación y que está dando sus frutos dentro y fuera de Brasil, por eso la felicito junto a su equipo. Por esa razón viajamos a la ciudad de Rio de Janeiro vía terrestre desde Sao Paulo.

Luego de contextualizar el motivo del viaje, me gustaría concentrarme en mi visita a Rio de Janeiro, ya que en otros artículos seguiré compartiendo con los lectores otras experiencias vividas en Brasil, para no quedarme con lo aprendido, que no es el sentido de lo que hago. Por eso he querido compartir este encuentro maravilloso con una manifestación del pueblo llano de Rio de Janeiro, de la gente de fe, de las comunidades negras, una expresión de la identidad de la cultura popular, muy novedosa, creada, defendida y puesta en valor por el pueblo y desde el pueblo.

El santo de los malandros y los rumberos reverenciado en Brasil

 Mi ultimo día en la ciudad de Rio fue muy emotivo y especial, muy temprano fui a visitar la el sector de Lapa, sede de la devoción al santo de los malandros, rumberos y los menos favorecidos de Brasil. Ya en el lugar me dijo una devota en conversación con ella, que Pelintra, es también el patrón de los jugadores y bandidos.

Desde que se llega al lugar como todo espacio dedicado a la fe, nos encontramos con creyentes, vendedores de imágenes del santo popular, letreros, velas, flores, bebidas, alimentos, camisetas. Toda la zona es muy concurrida todo el tiempo, llegan los devotos a visitar el santo, le ponen sus ofrendas, le piden, se sientan en el área, comparten alimentos, escuchan música, toman alcohol, otros reciben las ofrendan, es un todo un centro de peregrinación popular creado por el pueblo, así nos hizo saber un devoto que llegaba junto a nosotros a poner ofrendas por favores recibidos.

Espacio dedicado a la devoción al Malandro en Lapa, Rio de Janeiro.

Conozcamos un poco a fondo sobre esta manifestación del pueblo

De acuerdo a los estudiosos de la historia de esta entidad, es que nació en el pueblo de Bodocó, en el interior de Pernambuco. Y su familia tuvo que mudarse a Recife, debido a una gran sequía que devastó toda la región. Desafortunadamente, cuando menos lo esperaba, el niño José dos Anjos perdió a toda su familia, víctima de una enfermedad desconocida. Sin ningún lugar a donde ir, creció en la calle en el medio del puerto, manteniéndose a sí mismo como pudo. Dormía en medio del engaño y trabajaba como un chico de los recados, creció con la noche en sus manos: le encantaban los juegos y las mujeres.

Otros establecen que Zé tenía una gran habilidad con los cuchillos, nadie tenía el coraje de enfrentarlo, incluso la policía lo temía. Cuando era joven, decidió mudarse a Río de Janeiro y pronto se dio a conocer en las zonas bohemias de la ciudad de manera especial en los barrios marginales. La señora Helena Alves, una creyente que se encontraba en el lugar nos comentó, que su abuela le contaba que Pelintra era un excelente conocedor de los tratamientos a base de hierbas (adquirido entre las personas del noreste), temido en las mesas de juego y apuestas y especialmente un gran galante, pero nos dijo que nunca ha estado claro cómo ocurrió el asesinato de Zé, como cariñosamente le llaman.

Procesión con Zé Pilintra en Rio de Janeiro en su día de celebración. Fuente externa.

Israel Cysneiros en su obra: "Umbanda prode y magia", 1995, refiere: Cuando se vincula al Malandro con la Umbanda, tiene una característica única, que  la entidad se acepta en dos rituales, que son totalmente opuestos, en la Linha da Esquerda (línea de sombra, gobernada por Orixá Exú, donde presenta una mayor conexión y armonía con las características humanas para ofrecer el consejo ) como un tipo de Exú junto con los Exús y Pombagiras y en la Linha da Direita, (lado de la Luz, desde donde todos los demás Orixás gobiernan) se realiza con los Malandros en los rituales de Caboclos y Pretos-Velhos. Zé Pilintra aparece en el terreiro, así como en todos los embaucadores, para extraer energías negativas, expulsar acciones malignas que se generan por prejuicios, llevar purificación a las almas de los necesitados, curar a todos los sectores y abrir caminos para todo tipo de problemas. Tiene un lenguaje simple y bohemio. Hace referencia a la vida como un juego, porque en su consejo busca guiarnos en que este plan es una fase y simplemente tenemos que aprender a jugar, donde todas las victorias deben celebrarse y las derrotas son para fortalecer y conocer para que cuanto más cometemos el mismo error.

Sobre la vestimenta que lleva Pelintra, su ropa es bien conocida y una característica interesante es que no viste de negro. De esta manera, siempre se lo representa con trajes blancos, zapatos de cromo, una corbata roja y un sombrero rojo Panamá y a menudo también aparece con un bastón. Una de sus principales características es la elegancia, la suavidad y la amabilidad. Estudiando el personaje popular, en ocasiones se me pareció en la vestimenta al Dr. Gregorio Hernández de la Religiosidad Popular de Venezuela, ya esparcida la devoción a muchos países de latinos y caribeños, incluyendo la Republica Dominicana. En este tipo de manifestación un elemento muy importante que se debe conocer y en el caso de quienes investigamos estas expresiones nos interesa sobremanera, es las ofrendas que los devotos ponen. A las de las del Malandro le llaman: "Ofrendas a Zé Pilintra", con toda una ritualidad, ya que cada ofrenda que se le lleva debe ser guiada por alguien sea del Candomblé o Umbanda y se le puede vincular a otros orixá con otras peculiaridades que deben ser respetadas y guiadas por quienes las conocen.

Zé disfruta de muchos tipos de comida, pero sus favoritos son de su región noreste, como las salchichas farofa, salchichas fritas, sardinas fritas (preferiblemente en aceite Dendê), calabaza con carne seca, queso Coalho, Jiló, coco y rapadura, están en su lista, además en sus servicios no faltan las golosinas, las cervezas blancas bien fría, acompañadas de sus velas, cigarrillos, juegos y las monedas (Pinto, Flavia, 2022).

Sus principales fortalezas están en las laderas, encrucijadas y esquinas nos comentó una devota, además nos dijo que los días para trabajar con el Malandro en la semana varían mucho debido a las diferentes líneas en las que opera, los que trabajan para reducir la demanda tienen el martes como su día principal, mientras que los que vienen a curarse, el sábado es el mejor día.

En el espacio dedicado al santo popular, nos encontramos con escritos y frases que nos dijeron los presentes eran las que decía como: "Joven, si la vida te golpea tanto, es porque puedes soportarlo, es porque eres fuerte"; "A veces la mayor sabiduría es no saber nada"; "Chica, tener protección no necesariamente significa que todo saldrá bien"; "Tener protección significa que incluso cuando todo sale mal, termina bien”; "La siembra es gratuita, pero la cosecha es obligatoria"; "Elijo bien a mis enemigos, porque no le doy a nadie el honor de enfrentarme"; "Puede que ni siquiera tenga dinero, pero si se envidia, es porque tiene valor", entre otras.

Por ley en la ciudad de Rio de Janeiro el 7 de julio de cada año es el día de este particular patrono, que es muy reverenciado y que también es símbolo de la lucha contra la intolerancia religiosa.

Ivanir dos Santos, profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro, miembro de la Comisión de Combate a la Intolerancia Religiosa de Río y uno de los estudiosos de la manifectacion, refiere: "Su imagen parece evocar a Pedro Navaja, el bandido más famoso de la salsa que cobró vida casi cuatro décadas atrás en la voz del panameño Rubén Blades, Su popularidad sobresale en bares, entre apostadores y en las famosas ‘rodas de samba’, las fiestas informales que giran alrededor del más tradicional género musical brasileño, no sólo es reverenciado en la bohemia. José Pereira dos Anjos -su nombre de pila- es invocado por sus fieles cuando necesitan dinero, que sus negocios prosperen o para que mejoren los problemas en el hogar. Él es la expresión social de los sectores más marginales. Es muy solicitado por aquellos que son perseguidos, los que están al margen, lo que son llamados el pueblo de la calle".

 Símbolo contra la intolerancia religiosa popular

Este santo, originario del catimbó, un culto del nordeste de Brasil, también es reconocido en la umbanda, una de las más populares entre las religiones afrobrasileñas practicadas en el país, que combina elementos del catolicismo, de corrientes africanas y de tradiciones indígenas. En la umbanda, donde es conocido como ‘Exú’, como en el catimbó, el patrono es considerado el protector de los menos favorecidos, por lo que también es llamado el ‘abogado de los pobres.

Para el profesor e investigador brasileño Dos Santos, experto en religiones de matriz africana: "Reafirmar la identidad de Zé Pelintra «fortalece la lucha contra la intolerancia religiosa». Precisamente ese fue uno de los objetivos de la ley sancionada que estableció el 7 de julio como el día de este particular patrono en Rio de Janeiro, ya que es una ganancia de los creyentes en el santo popular y un reconocimiento del estado a la manifestación, a la libertad religiosa. Además, con la inclusión de la fecha en el calendario oficial de la ciudad es un hito importante, por ser aprovechada para los festejos tradicionales y para unir a líderes religiosos e instituciones que sufren intolerancia religiosa, racismo y xenofobia», como ha señalado el concejal Átila A. Nunes, uno de los autores de la ley, el día de su promulgación. Dando a conocer que de acuerdo a los datos oficiales en el año 2021 se registraron 966 casos de intolerancia religiosa en Brasil, un aumento del 63 % frente a 2020". 

Como todo buen patrono, Zé Pelintra tiene un santuario en Río, ubicado en Lapa, uno de los barrios más rumberos y bohemios de la ciudad, ubicado junto a los arcos de Lapa, icono turístico de Río, pero sigue siendo blanco de vandalismo y persecución de los grupos religiosos cristianos evangélicos que no toleran la manifestación y con hechos de violencias llegan al lugar que consideran pagano con su predicas y represión.

Conocer otras manifestaciones e nuestros países hermanos, en este caso como Brasil, tan rico en Religiosidad Popular afro y lleno de expresiones sincréticas de la cultura popular muy parecido a nosotros los caribeños, sobre todo los dominicanos, nos permite ampliar la mirada de esas expresiones milenarias que viven y resisten en sus espacios originarios aun con los embates de los fanáticos religiosos irrespetuosos, intolerantes y vándalos, tal cual la realidad nuestra, que entienden que solo su Dios y sus creencias son las únicas y verdaderas. ¡Que viva el Malandro de Brasil, Zé Pelintra, que viva el candomble, la umbanda y que vivamos todos y todas!