La información, a partir de un documento de la contratación por parte del Ministerio de Educación, a solicitud del Ministerio de Cultura, que daba cuenta de la contratación del musical Mariposas de Acero, para ser presentado a estudiantes en la Feria del Libro 2023, a un costo de 40 millones de pesos, generó una reacción social casi unánime contraria al pago de ese monto, por considerarse excesivo.
El tema se transformó en el plato de mil para las moscas ávidas de tener el tema del día, con variados propósitos. La polémica a partir del documento que estaba colgado en el portal de contrataciones del Ministerio de Educación, provocó la cancelación del contrato por parte del Ministerio de Educación. La suma a ser pagada era tan alta y eso generó pronunciamientos en todo sentido.
La imagen inicial es que quedaba es que los artistas responsables del musical, pretendían cobrar una suma exorbitante por seis presentaciones.
Lo positivo que implica la situación, es que lleva, en lugar de sumarse al coro de condenas que incluso censura a los artistas responsables de ese montaje, es que obliga a examinar el valor de la inversión en arte y a reevaluar la mirada sobre las industrias creativas (Economía Naranja).
Las declaraciones de Waddys Jáquez, director y productor del montaje, colgadas en la página de Instagram y otras redes sociales, han sido resumidas a varios párrafos por los medios de comunicación. Les presentamos íntegramente para que su mensaje llegue íntegramente leído a la comunidad y sea constancia de un testimonio que opera como una fundamental declaración de principios que aporta Jáquez a la conciencia nacional.
Este texto replantea el valor del arte como un trabajo a ser pagado con justicia y que resalta su papel como elemento educativo y motivador en valores. Esta intervención de Jáquez en realidad es un manifiesto esencial sobre el valor del arte y el precio del talento, alejándose del tráfico de superficialidades, el auspicio de las guerrillas personales, la ignominiosa vigencia de los egos, y del uso proselitista del hecho expuesto. Esas declaraciones no han sido publicadas completas por los medios que las han reseñado.
A estas declaraciones, agregamos tres consideraciones:
1-En esta polémica, los villanos no son los artistas. Ellos son trabajadores del arte y merecen, junto con todos los que hacen labores similares, ser tratados con justicia y recibir un pago justo por sus talentos.
2-Se debe revisar la inversión de las empresas públicas y privadas en arte para privilegiar el arte que implique valores, estética del más alto nivel y excluir el gasto en expresiones lúdicas de cuestionado contenido por los mensajes que transmite.
3 -Mariposas de Acero debe encontrar, ahora más que nunca antes, empresarios y funcionarios gubernamentales con conciencia y sensibilidad a la altura necesaria que respalden y patrocinen la presentación de este documento histórico artístico (no explotación de una marca como se ha querido sugerir) y en la misma medida dejar de entender que el teatro todo, es la cenicienta de las artes. Al final, la polémica ha traído a la opinión general, un punto de reflexión fundamental: ¿Tenemos conciencia del valor del arte? ¿Los artistas de la escena, de la música, de las artes visuales, merecen no solo respaldo nominal sino el pago adecuado y digno de su labor?
A continuación, las declaraciones completas de Waddys Jáquez
“A propósito de las declaraciones del ministro de Educación con relación a la contratación del Musical Mariposas de Acero para presentarse en el marco de la Feria del Libro 2023, es importante aclarar algunos puntos:
1-El costo de las seis funciones jamás fue de 40 millones de pesos. Ese fue un error cometido por su equipo al subir el pliego a la página de contrataciones del MINERD. Ese monto correspondía a otra cantidad que el mismo ministro, tomando así la decisión de hacer tan solo 6 presentaciones. Es importante que ellos rectifiquen y admitan ese pequeño error, porque no es lo mismo 40, que 20, o que 22 o 23. Una suma que puede parecer exorbitante para quien nunca ha producido un musical o cualquier evento de esta magnitud, pero que para los expertos es totalmente normal. Parece una suma exorbitante para quienes no saben que la sala principal del Teatro Nacional puede llegar a costar 350 mil pesos para una sola noche, porque el hecho de que sea estatal, no quiere decir que sea gratis. Claro, una suma exorbitante para quienes no saben que el sistema de proyecciones, audio, luces, escenografía que componen un gran musical, cuesta millones.
2- Lo segundo que quiero aclarar es que tal y como dijo el ministro de Educación, nosotros nos retrasamos en continuar el proceso de contratación. Esto debido a que pedimos que se garantizara que las presentaciones iban a llegar a los estudiantes, porque ese era el objetivo fundamental de nuestra participación en la Feria del Libro 2023. Después que se nos confirmó que había una estrategia para llevar a los alumnos al teatro, aunque el Año Escolar comienza durante la segunda semana de la Feria del Libro, nosotros entonces procedimos a continuar con la licitación, pero el tiempo de entrega terminó.
3-Aunque a muchos les cueste entenderlo, la economía naranja es una realidad, y el teatro, al igual que otras disciplinas, forman parte de nuestras industria creativas y culturales y, como industria, debemos garantizar el pago de todas y todes los que laboran en ella, tal y como sucede con un funcionario gobierno, con un vendedor, con la gerente de banco. Esa idea pobre de que el teatro debe ser la cenicienta de las artes y que vale menos que otras disciplinas como el cine, debe terminar, porque si se invierten 50 o 100 millones en una película que nadie ve ¿Por qué cerrarles las puertas a espectáculos teatrales que constantemente están moviendo a miles de personas?
4-Al final de esta historia, solo queda realidad: el Ministerio de Educación que recibe el 4% del Producto Interno Bruto del país y que por no poder ni tener la estrategia para usarlo, devuelve al Estado, miles de millones, este año tendrá que devolver un poquito más. Y bueno, en esa devolución no solamente pierden las 120 personas, entre artistas y técnicos que conforman el equipo de Mariposas de Acero, sino que también, y sobre todo, pierde la nación. Porque Mariposas de Acero es un documento histórico que eleva nuestro orgullo patrio y el amor por esta nación, por esta media isla, un documento, claro, obviado por funcionarios que prefieren ir a cualquier evento farandulero que lea garanticen los falowers, antes que darles la mano a los amigos de la democracia, aquellos que entendemos la obligación que tenemos ante una juventud que está cada vez más influenciada por los malos valores. Una juventud que abandona las escuelas. Una juventud que va en busca de sueños fáciles de realizar matando, delinquiendo, buscando el reloj y la cadena de diamantes que valen más que mil salarios mínimos.
5-Señores, en el arte hay que invertir. Y no solo con nosotros, sino con todos en general (se refiere a los artistas), porque es un vehículo perfecto para ayudar a despertar la conciencia de esta generación.
6-Yo soy un simple mortal y lo digo desde mi asiento, pero soy también el que peleó la batalla de la migración y el que contra viento y maría y ¡Gloria a Dios! ha salido invicto. Yo soy también uno de los dominicanos que ha puesto en alto la bandera nacional, demostrando así que también a través del arte, se hace Patria.
7-Mariposas de acero va a volar, hasta los oídos y los ojos de los estudiantes de nuestras escuelas públicas y los colegios, aunque tengamos que tocar mil puertas, hasta encontrar a los verdaderos patriotas, que ponen su palabra por obra y no dejan todo en simples promesas”.