"The Hanging Sun", una sólida adaptación de una novela del noruego Jo Nesbo, cerró hoy las proyecciones de la 79 edición de la Mostra de Venecia, cuyo palmarés se conocerá esta noche.

El italiano Francesco Carrozzini es el director de este filme, protagonizado por su compatriota Alessandro Borghi y por la británica Jessica Brown Findlay, y que ha sabido captar la opresiva atmósfera característica de los libros de Nesbo.

Borghi es John, un hombre que huye del mundo criminal en el que le metió su padre, perseguido por su hermano, y que llega a un remoto pueblo costero en el norte de Noruega, donde nunca se pone el sol y donde conoce a Caleb, el hijo de Lea (Brown), una mujer maltratada y atrapada en una sociedad machista y controladora.

"El protagonista es un personaje roto que busca un cambio", explicó en rueda de prensa el realizador, al que le llegó esta historia en un momento en el qué se sentía también "bastante perdido en la vida" tras el fallecimiento de su padre.

Para hacer la película, tuvo claro desde el principio que tenían que hacerla en los escenarios en los que se desarrolla la novela, con esa "naturaleza casi intacta y presente" de Noruega.

Trasladó la acción a la actualidad -la historia del libro es en los años setenta- y buscó ser muy fiel a la novela del autor noruego, un súper ventas en todo el mundo por la serie de Harry Hole.

"Un thriler con la constante luz del sol". Ese fue el concpeto principal de esta película, que se rodó con muy poca iluminación artificial, lo que da a la historia un aspecto muy particular y realista.

Para Jessica Brown Findlay (conocida por su papel de Lady Sybil en la serie "Downton Abbey"), la pareja protagonista son "como dos animales que se reconocen".

Y para Borghi, "dos personajes rotos en el interior que encuentran juntos la forma de recomponerse". Además de ser una historia "sobre la paternidad y el reconocimiento a la paternidad", agregó el actor.

Una película que clausura una Mostra que ha celebrado además los 90 años de existencia -la primera edición comenzó el 6 de agosto de 1932- del que es el festival de cine más antiguo del mundo.