Los términos “sismorresistente” y “sismorresistencia”, que aluden a la propiedad que deben tener algunas construcciones de ser resistentes a los sismos o terremotos, se escriben en una palabra, sin guion ni espacio intermedios, y con doble erre, explica Fundéu Guzmán Ariza.

Pese a ello, es frecuente encontrar en los medios de comunicación frases como “La sismoresistencia de las escuelas ha preocupado a los expertos”, “El análisis de los planteles se basó en tres aspectos: calidad sismoresistente, accesibilidad y funcionabilidad arquitectónica”, “Las construcciones sismo resistentes en la República Dominicana se dividen en dos etapas” o “Asegurar estructuras sismo-resistentes en todo el territorio nacional es una tarea compleja”.

De acuerdo con la “Ortografía de la lengua española”, en las palabras prefijadas o compuestas en las que el primer elemento termina en vocal y el segundo empieza con erre, es preciso duplicar esta erre para mantener su sonido.

Por tanto, la escritura correcta del adjetivo compuesto de “sismo” y “resistente” es “sismorresistente”, así como la del sustantivo formado por “sismo” y “resistencia” es “sismorresistencia”: en una sola palabra y con doble erre.

Por esa razón, en los ejemplos citados lo más apropiado habría sido escribir “La sismorresistencia de las escuelas ha preocupado a los expertos”, “El análisis de los planteles se basó en tres aspectos: calidad sismorresistente, accesibilidad y funcionabilidad arquitectónica”, “Las construcciones sismorresistentes en la República Dominicana se dividen en dos etapas” y “Asegurar estructuras sismorresistentes en todo el territorio nacional es una tarea compleja”.

Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundéu RAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.