“Piyama” y “pijama” son las adaptaciones válidas en español de la voz inglesa “pyjamas”, referida a una ‘prenda para dormir, compuesta en general de dos piezas’, pero se aconseja usar la grafía que refleje su pronunciación habitual, afirma Fundéu Guzmán Ariza.
En los medios de comunicación dominicanos se utiliza mayoritariamente la forma escrita “pijama”, como se ve en las noticias sobre un concierto al que una parte del público asistió luciendo esta prenda: “Los fanáticos de Morat asisten en pijama a su concierto en República Dominicana”, “Las pijamas, el código de vestimenta del concierto de Morat” o “La sugerencia de vestir pijamas no implica necesariamente llevar la vestimenta típica de dormir”.
Tal como explica el “Diccionario panhispánico de dudas”, a “pijama” le corresponde la pronunciación [pijáma], que es la que se usa en España, y a “piyama”, la pronunciación [piyáma], usual en la República Dominicana y la mayoría de los países de América.
Aunque ambas grafías son válidas, en español debe respetarse la correspondencia entre la escritura y la pronunciación.
Puesto que en la República Dominicana la pronunciación más habitual es [piyáma], es aconsejable escribir “piyama”.
Teniendo esto en cuenta, en los ejemplos citados lo más recomendable habría sido escribir “Los fanáticos de Morat asisten en piyama a su concierto en la República Dominicana”, “Las piyamas, el código de vestimenta del concierto de Morat” y “La sugerencia de vestir piyamas no implica necesariamente llevar la vestimenta típica de dormir”.
En cuanto al género, esta palabra se usa tanto en femenino como en masculino, con preferencia por el femenino en la mayoría de los países de América. Se desaconseja escribirla con “-s” para el singular: “las piyamas”, no “el piyamas”.
Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundéu RAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.