Fundéu Guzmán Ariza apunta que la palabra “fólder”, tomada del inglés con sentido equivalente a “carpeta”, debe escribirse con tilde según las reglas de acentuación del español.

No obstante, en los medios de comunicación se utiliza con frecuencia la forma folder, sin tilde: “Con un folder lleno de informes financieros, aseguró que la de atletismo ha recibido 124 millones de pesos en los últimos tres años”, “Los padres de los estudiantes con folder en manos llegaron al plantel desde diferentes sectores de la capital” o “Con folders y sobres en las manos, decenas de simpatizantes del partido esperan al presidente”.

Tal como registra el “Diccionario de americanismos”, la voz “fólder” (del inglés “folder”) es de amplio uso en el español de América con el sentido de ‘carpeta de cartulina, plástico u otro material, para archivar papeles o documentos’.

Debido a que se pronuncia como palabra llana y termina en consonante distinta de “-n” o “-s”, lo apropiado es escribirla con tilde.

Su plural debe ser “fólderes”, de acuerdo con el “Diccionario panhispánico de dudas”; no obstante, en la República Dominicana está muy arraigada la forma “folders”.

Teniendo en cuenta lo anterior, en los ejemplos citados lo más adecuado habría sido escribir “Con un fólder lleno de informes financieros, aseguró que la de atletismo ha recibido 124 millones de pesos en los últimos tres años”, “Los padres de los estudiantes, con fólder en manos, llegaron al plantel desde diferentes sectores de la capital” y “Con fólderes y sobres en las manos, decenas de simpatizantes del partido esperan al presidente”.

En el español dominicano se utiliza el término “fólder” también referido, en informática, al ‘conjunto de archivos agrupados y almacenados en un disco duro’ o en otro dispositivo de memoria.

Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la FundéuRAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.