El término “continuo”, referido a algo que se produce sin interrupción, no lleva tilde, según las reglas generales de acentuación, explica Fundéu Guzmán Ariza.
No obstante, en los medios de comunicación no es raro encontrar este adjetivo y su forma femenina “continua” escritos con acento: “Los medicamentos que requiere son de uso contínuo”, “Reitera que no le gusta el modelo de la reelección contínua”, “Más de 24 horas de trabajo contínuo de los equipos técnicos para instalar este nuevo transformador de potencia en Azua” o “Las entidades firmaron un convenio para la capacitación contínua de sus empleados”.
El “Diccionario de la lengua española” registra la voz “continuo”, “continua”, que en sus usos más extendidos como adjetivo significa ‘que dura, obra, se hace o se extiende sin interrupción’, ‘dicho de dos o más cosas: Que tienen unión entre sí’ y ‘constante y perseverante en alguna acción’.
Las dos vocales finales forman un diptongo y son parte de una misma sílaba; así, puesto que la vocal tónica recae en la penúltima sílaba, se trata de una palabra llana terminada en vocal y, por tanto, debe escribirse sin tilde, al igual que su plural “continuos”: “Se registran continuos apagones en el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo”.
Por esta razón, en los ejemplos citados lo más apropiado habría sido escribir “Los medicamentos que requiere son de uso continuo”, “Reitera que no le gusta el modelo de la reelección continua”, “Más de 24 horas de trabajo continuo de los equipos técnicos para instalar este nuevo transformador de potencia en Azua” y “Las entidades firmaron un convenio para la capacitación continua de sus empleados”.
Cabe señalar que no debe confundirse “continuo” con las formas “continúa”/“continúo”, del verbo “continuar”, que sí se escriben con tilde por contener un hiato de vocal cerrada tónica seguida de vocal abierta.
Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundéu RAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.