El término “altagraciano” y su correspondiente femenino “altagraciana”, que se refiere al culto a la Virgen de la Altagracia, se escriben con inicial minúscula, salvo que formen parte de un nombre propio, explica Fundéu Guzmán Ariza.
No obstante, en los medios de comunicación se utiliza con frecuencia la mayúscula en frases como “Un documental sobre la fe Altagraciana”, “Un hecho sobrenatural aparece vinculado a la devoción Altagraciana” o “Me inclino reverente frente al apoyo que siempre hemos recibido del pueblo Altagraciano”.
Tal como registra el “Diccionario del español dominicano”, la voz “altagraciano” se utiliza como adjetivo con el sentido de ‘relativo al culto a la Virgen de la Altagracia’ y también como sustantivo para referirse a la persona ‘perteneciente a una cofradía dedicada a la devoción a la Virgen de la Altagracia’; esta palabra se usa, además, como gentilicio de la provincia La Altagracia.
Lo adecuado es escribirla con minúscula inicial, tal como prescribe la “Ortografía de la lengua española” que deben escribirse los adjetivos y los nombres comunes, a menos que forme parte del nombre de una entidad (Centro de Estudios Altagraciano), de un programa o proyecto (“El COE pondrá en marcha el Operativo Altagraciano con el despliegue de más de ocho mil colaboradores”) u otra denominación que por su naturaleza deba escribirse con mayúscula.
Teniendo en cuenta lo anterior, en los ejemplos iniciales lo correcto habría sido escribir “Un documental sobre la fe altagraciana”, “Un hecho sobrenatural aparece vinculado a la devoción altagraciana” y “Me inclino reverente frente al apoyo que siempre hemos recibido del pueblo altagraciano”.
Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundéu RAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.