Los términos “samenense” y “samanés” (femenino “samanesa”) son los apropiados para referirse a los nativos y a lo perteneciente o relativo a Samaná, municipio de la provincia del mismo nombre en la República Dominicana, explica Fundéu Guzmán Ariza.

Sin embargo, en los medios de comunicación se encuentran formas impropias de este gentilicio en frases como “La migración de arcaicos fue denominada “samaneces” en honor al lugar del hallazgo, la provincia de Samaná”, “Se promueve la riqueza culinaria samané mostrando una variedad de platos regionales” o “Desmintió esa versión alegando que el Ministerio Público samanence es ineficaz”.

En 2024 un grupo de investigación dirigido por el arqueólogo Adolfo López ha documentado la existencia de los primeros pobladores de la isla y de las Antillas, datados hace alrededor de seis mil años, y los ha bautizado como “samaneses”, a partir de los hallazgos arqueológicos en el monumento natural Cabo Samaná, en la provincia de Samaná.

Tal como registra el “Diccionario del español dominicano”, al municipio y provincia de Samaná corresponden dos gentilicios: 1) “samanense”, terminado en “–ense” (con “s”, no en “-ence”) como muchos otros gentilicios en español y común en cuanto al género, y 2) “samanés”, que también figura en el “Diccionario de la lengua española” y cuyo femenino es “samanesa”.

El plural de “samanense” es “samanenses”, y el de “samanés” o “samanesa” es “samaneses” y “samanesas”.

Teniendo esto en cuenta, en los ejemplos citados lo adecuado habría sido escribir “La migración de arcaicos fue denominada samaneses en honor al lugar del hallazgo, la provincia de Samaná”, “Se promueve la riqueza culinaria samanesa mostrando una variedad de platos regionales” y “Desmintió esa versión alegando que el Ministerio Público samanense es ineficaz”.

Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundéu RAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.