Las formas como “pro-Palestina”, “pro-Israel”, “pro-Haití” o “pro-Abinader” se escriben con guion entre el prefijo y el nombre propio al que se antepone, explica Fundéu Guzmán Ariza.
Con motivo de las diversas protestas por el conflicto armado en torno a la Franja de Gaza, en los medios de comunicación se ven con frecuencia frases como “Un estudiante es arrestado este jueves durante una manifestación pro Palestina en la Universidad de Texas en Austin”, “López Obrador cuestiona la represión de EE.UU. contra protestas pro palestina”, “Universidad de Columbia cancela clases presenciales por protestas pro Israel” o “Protestas dividen Times Square, de un lado los pro palestinos y del otro los proisraelíes”.
El prefijo “pro-”, tal como indica la “Ortografía de la lengua española”, se escribe unido a la palabra que modifica, como en “proalemanes”, “progubernamental” y “provida”.
Solamente irá separado si afecta a varias palabras que tienen un significado unitario (“pro derechos humanos”) o con guion cuando se antepone a un número o a una palabra que comience con mayúscula: “pro-Rusia”, “pro-Israel”, “pro-Palestina”.
En estos casos el uso del guion sirve para evitar que aparezca una minúscula seguida de una mayúscula en posición interior de palabra, algo que rechaza el sistema ortográfico del español.
En vista de lo anterior, en los ejemplos citados habría sido más apropiado escribir “Un estudiante es arrestado este jueves durante una manifestación pro-Palestina en la Universidad de Texas en Austin”, “López Obrador cuestiona la represión de EE. UU. contra protestas pro-Palestina”, “Universidad de Columbia cancela clases presenciales por protestas pro-Israel” y “Protestas dividen Times Square, de un lado los propalestinos y del otro los proisraelíes”.
Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundéu RAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.